La respuesta política israelí llegó mediante un anuncio de que Ariel Sharon ha decidido suspender todo contacto con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) mientras no actúe contra los terroristas. Sharon había telefoneado el martes a Abu Mazen para felicitarle por su elección y ambos habían decidido organizar una reunión cumbre sin concretar las fechas.
El atentado del jueves por la noche presenta algunas características innovadoras respecto a anteriores acciones y podría indicar una escalada técnica en las acciones terroristas. Un camión cargado con 120 kilos de explosivos se acercó a la pared que une las dos partes de la terminal conjunta de mercancías de Karni, en la franja de Gaza, por la que pasan alimentos y medicinas para los palestinos y desde donde los palestinos exportan hacia Israel y otros países de la región, especialmente productos agrícolas.
Tras la explosión, tres suicidas se infiltraron por el agujero de la pared en la parte israelí de la terminal, siendo alcanzados por las balas de los agentes de seguridad. El balance fue de seis civiles israelíes muertos, entre ellos cuatro empleados de la Administración de Puertos y Aduanas, y dos camioneros. Otros cinco israelíes más resultaron heridos, dos de ellos de gravedad. Las cámaras de Hamas filmaron a distancia la operación y la llegada de decenas de ambulancias al estilo de las milicias fundamentalistas libanesas Hezbollah.
El director palestino de Karni, Salim Abu Safia, acusó a los terroristas de dañar a su propio pueblo atentando contra lo que definió como «un balón de oxígeno de Gaza», refiriéndose a la importancia de la central aduanera. La respuesta oficial palestina llegó a través de su primer ministro, Ahmed Qurea, Abu Ala,y del portavoz del nuevo rais,Nabil Abu Rudeina, quienes señalaron que la ANP negocia con Hamas una hudna o tregua y expresan su esperanza de que ésta pueda alcanzarse próximamente. Abu Rudeina añadió que «la única vía para poner fin a la violencia es un alto el fuego recíproco entre Israel y los palestinos».
El ejército israelí está decepcionado ante el hecho de que Abu Mazen prefiera convencer a los grupos radicales de que cesen sus ataques armados contra Israel en lugar de despojarles de sus armas. «Abu Mazen debe hacerse cargo de la situación inmediatamente», se lamentó en declaraciones al diario Haaretz uno de los oficiales del Estado Mayor. «Antes de las elecciones los palestinos nos dijeron que están tratando de alcanzar la calma a través del diálogo. Eso no funciona. Las elecciones ya han pasado, el terrorismo continúa como siempre y la ANP no hace nada», añadió.
Israel aprovecha distintos canales políticos y militares para pedir al nuevo presidente palestino, que hoy jurará su cargo en Ramallah, que tome medidas contra los grupos radicales «antes de que sea demasiado tarde». Los investigadores creen que el camión cargado de explosivos pasó un control palestino sin ser detenido.
Tras el atentado, tanques del ejército israelí bombardearon algunas posiciones de Hamas en Gaza, donde provocaron sólo daños materiales. Patrullas israelíes entraron en la ciudad de Ramallah, capital administrativa de Cisjordania, rodearon la sede del Gobierno palestino y tomaron fotos del recinto, dijeron fuentes palestinas a la edición electrónica del diario israelí Yediot Aharonot.
El ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, ordenó cerrar las tres terminales de mercancías de Gaza (Karni, Erez y Rafaj). El ejército israelí recibió ayer «carta blanca», según anunció la televisión pública, para lanzar una «vasta operación» sobre Gaza y reemprender los ataques selectivos contra militantes de grupos armados palestinos. La ministra de Justicia israelí, Tzipi Livne, del Likud, dijo que «Israel debe reforzar a Abu Mazen como líder, esperando que pueda controlar a los grupos terroristas, pero nuestro límite es la seguridad de nuestros ciudadanos».
FTe LVD
HENRIQUE CYMERMAN