Itongadol/AJN.- (Por Roxana Levinson, desde Israel) Asediados por los indiscriminados bombardeos aéreos de Rusia y el avance de las tropas del régimen de Bashar al Assad, decenas de miles de desplazados sirios se agolpan en la frontera con Turquía. Mientras tanto, los países sunitas liderados por Arabia Saudí hablan sobre el posible envío de tropas terrestres.
El ejército sirio continúa rodeando la ciudad de Alepo y corta de las líneas de suministro a la ciudad. Tal como hicieran en Madaya y en otras localidades, los efectivos de Bashar al Assad imponen el sitio y la hambruna en las ciudades que reconquistan de manos de grupos rebeldes.
De acuerdo con informes de medios occidentales, el ejército sirio está más cerca que nunca de capturar la ciudad, que en los últimos años estuvo casi por completo bajo control de los rebeldes. En Ankara hay preocupación por el hecho de que grandes fuerzas del ejército sirio y sus aliados de Irán y Hezbollah avanzan hacia la frontera con Turquía, con el apoyo de Rusia.
Naciones Unidas estima que ya hay 30.000 desplazados sirios que huyeron de los bombardeos aéreos y combates en Alepo y se encuentran varados en la frontera con Turquía. Un 80% son mujeres y menores de edad. Organizaciones no gubernamentales y medios locales hablan de 40.000 y el gobierno de Turquía estima que ya son 70.000.
Por el momento, las autoridades turcas no abren la frontera, pero envían ayuda humanitaria a los refugiados, aislados y castigados por el frío, la lluvia, la escasez de alimentos y medicamentos y la incertidumbre, del lado sirio.
De acuerdo con informes de medios árabes, aviones de la Fuerza Aérea de Rusia bombardean indiscriminadamente Alepo, y el flujo de refugiados que huyen de la ciudad crece cada vez más. Según medios occidentales, la ciudad será recuperada de manos de los rebeldes, que esperan desesperadamente refuerzos de los países árabes.
¿Tropas terrestres a Siria?
Después del anuncio de Arabia Saudita sobre su intención de enviar tropas terrestres a combatir en Siria, se sumaron Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos. El canciller sirio, Walid al Mualem reaccionó diciendo que "cualquiera que ataque el territorio sirio será enviado de vuelta a su casa en un ataúd". Kataib Hezbolá, unos de los grupos paramilitares chiítas más poderosos de Irak, advirtió que el envío de tropas árabes a terreno sirio o iraquí "abriría las puertas del infierno".
El jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, Mohamad Alí Jafari, se burló de las intenciones de enviar combatientes a Siria y dijo que Arabia Saudita no tiene el valor necesario para hacerlo y, si lo hiciera, sería el equivalente a un suicidio”.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita admitió que hay desacuerdos dentro de la coalición internacional liderada por Estados Unidos sobre el envío de tropas terrestres a Siria para luchar contra el autodenominado Estado Islámico. El canciller saudí, Adel al Jubeir, reiteró la disposición de su país a enviar tropas y detalló que "hay una discusión en relación a un contingente de fuerzas terrestres o un contingente de fuerzas especiales para operar en Siria".
Mientras tanto, Arabia Saudita comienza hoy una serie de ejercicios militares denominados "Trueno del Norte", en los que participan fuerzas aéreas y terrestres de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Sudán Kuwait, Qatar, Bahrein, Omán, Pakistán, Turquía y Malasia.
Las autoridades sauditas aseguran que la realización del ejercicio no tiene ninguna relación con estas declaraciones sobre la posibilidad de ampliar los combates en Siria y colocar “botas sobre el terreno”. El portavoz del ejército, Mohamed Samir, explicó en un comunicado que la fecha de las maniobras militares fue fijada “hace meses”, y su único objetivo es “estar preparados ante los peligros que amenazan la estabilidad y la seguridad de la región".
La población siria, mientras tanto, sigue esperando, entre la crudeza del invierno, los bombardeos, la amenaza de los grupos yihadistas, los rebeldes, la coalición internacional que lidera Estados Unidos, la organización libanesa Hezbollah, la Guardia Revolucionaria de Irán, y los ejércitos de Rusia y el de Bashar al Assad.