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Itongadol/ AJN.- Así lo manifestó hoy el presidente de Israel Reuven Rivlin, luego de recibir el Índice de Democracia de la Democracia Instituto Israelí de 2014. Y añadió que "no" le sorprende la disminución de la confianza del público en el sistema de liderazgo y la gobernabilidad del país debido a la "polarización social y las brechas económicas, que han llegado a un nivel sin precedentes en el Estado de Israel".
"La responsabilidad de reconstruir la confianza radica tanto con el sistema político y el público. El público no puede permitirse el lujo de disfrutar de los peligros de la apatía.", enfatizó hoy Rivlin.
"Nos encontramos en el período previo a las elecciones. El mayor peligro en las próximas elecciones es la apatía y la indiferencia. Lo absurdo es que el número de votantes más bajo se encuentra en la periferia y el sector árabe, en concreto en las zonas más necesitadas de la representación. La responsabilidad de reconstruir la confianza, se encuentra tanto con el sistema político y el público.", recalcó el presidente israelí.
Y precisó: "El público no puede permitirse el lujo de disfrutar de los peligros de la apatía, de las cuales la única víctima sería el propio público. La actual Knesset se disolvió por la fragmentación de bloques. Sólo grandes bloques ideológicos podrán determinar el camino a seguir a través de las cuestiones fundamentales que están delante de nosotros, y nos salvará de una nueva ronda de elecciones anticipadas."
En ese sentido, consideró que la "concentración de votos es fundamental para la estabilidad y la gobernabilidad" puesto que "sólo el público puede consolidar el poder en manos de los bloques políticos, que serán capaces de ofrecer una respuesta a los numerosos desafíos. Es obligación de las partes en el electorado, para presentar una plataforma ideológica clara, la definición de los objetivos que se esfuerzan por lograr. Las partes deben poner sus cartas sobre la mesa. Es cierto que hemos tenido elecciones forzadas sobre nosotros, pero en consecuencia, insto al público a crear una realidad política en la que el gobierno tendrá que no sólo el derecho, sino la capacidad de gobernar. "
Asimismo, destacó que no le "sorprendió ver que el índice presenta una disminución de la confianza del público en el sistema de liderazgo y la gobernabilidad del país. Sospecho que el sistema ha merecido tanto. La falta de fe en los servicios públicos y el sistema de gobierno constituye un golpe fatal a la democracia. La gestión adecuada; transparencia en la transparencia; ética de los funcionarios electos y públicos – son la clave para restaurar la confianza pública en el sistema."
El Índice también destaca que el setenta y cinco por ciento de la población piensa que los funcionarios electos ponen sus propios intereses por encima de los del público. "No creo que este sea el caso, pero el hecho de que esto se refleja como la experiencia del público es grave y hay que enfrentarla. En última instancia, cuando hay una fe en el sistema, el público siente que es incapaz de hacer una diferencia, o tener un impacto. Y en verdad, el índice muestra que más del cincuenta por ciento de los israelíes, de toda la población, se siente que a pesar de que votan por – que no hará ninguna diferencia."