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Itongadol/ AJN.- El agresivo discurso que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, brindó el pasado miércoles ante la Asamblea General de la ONU, representó para los isrealíes una clara prueba de que Abbas no quiere la paz, que está difamando a Israel y no puede ser un socio para un acuerdo. "Esta no es la forma en que un hombre que quiere la paz habla", remarcaron desde la oficina del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu. ¿Qué hace pensar exactamente a Israel que una persona que tiene 2.200 palestinos muertos en su mente daría un saludo para un feliz de Año Nuevo judío en hebreo?
Según un análisis que realizó el diario israelí "Haaretz", desde que el presidente palestino fue elegido hace una década, Israel ha tratado de demostrar que Abbas no es un socio para las negociaciones porque es "demasiado débil", "demasiado extremo", "no controla Hamas" o, por el contrario, es “socio leal de Hamas”. Así que Israel no puede quejarse de que sus políticas que derivaron en el discurso de Abbas frente a la comunidad internacional, empezando por su constante burla a las demandas de Abbas de congelar la construcción de los asentamientos.
La retórica juega un gran papel en la creación de una atmósfera y en promover políticas. Pero no debe confundirse con la política.
Incluso cuando Abbas acusa a Israel de genocidio y crímenes contra la humanidad, el presidente palestino no da la espalda al proceso diplomático, lo que representa un ancla de su política. Según Abbas expresó, los palestinos buscan "lograr la paz mediante la afirmación de su objetivo de poner fin a la ocupación israelí y lograr la solución de dos Estados: el Estado de Palestina y Jerusalén del Este como capital israelí sobre todo el territorio ocupado en 1967, junto al Estado de Israel".
Al mismo tiempo, Abbas dejó en claro al pueblo palestino, Israel y los países del mundo con los que el gobierno israelí aspira a mantener próximas conversaciones que se dirigirá como presidente de un país reconocido y no como jefe de una organización, un movimiento o una autoridad. El presidente palestino intentó pedir a la ONU que establecezca una fecha para el fin de la ocupación y una renovación de las conversaciones con Israel en las fronteras. Esa es una política que vale la pena después de los 47 años que han erosionado las fronteras de Israel.
El gobierno ahora está agarrando a las declaraciones de Abbas como si estuviera agarrando a una balsa salvavidas. Esto ayuda a mercado de Israel su oposición a la renovación de las conversaciones de paz; lo ayuda a mantener el asimiento de los territorios y expandir los asentamientos. Pero apoyándose en el discurso de Abbas refleja nada más que miedo y liderazgo débil. Israel no tiene ni una respuesta ni una estrategia para los elementos diplomáticos en dirección de Abbas.