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Seminario Rabínico Latinoamericano. Eitan Chikli, director del programa TALI, visitó Buenos Aires y espera abrir un centro en la región

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Itongadol.- Eitan Chikli, el director del programa educativo TALI (acrónimo hebreo de \’Estudios Judíos enriquecidos\’), visitó Buenos Aires invitado por el Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall T. Mayer. Durante su estadía mantuvo do un taller para docentes de estudios judaicos de nivel primario. Además visitó escuelas y se reunió con sus docentes y directivos.

 
TALI comenzó a dictarse en la ciudad de Jerusalem en 1976 y se basa en el deseo de los padres y los educadores de mejorar y fortalecer los estudios judíos en las escuelas públicas, enriqueciendo el currículo escolar con contenidos judíos y sionistas. Además se esfuerza en formar una personalidad muy completa, en sintonía con los tiempos, pero fiel a la tradición judía, pluralista y humanista.
 
El programa está abierto a múltiples expresiones de la identidad judía, con una aproximación crítica al estudio de los textos en una edad posterior, y ofrece un camino intermedio entre la educación religiosa ortodoxa y la educación secular, que carecía de contenido judío significativo.
 
En 1987 se fundó el Fondo de Educación TALI con el fin de proporcionar asistencia monetaria y pedagógica a las escuelas TALI, que son reconocidas por el ministerio de Educación israelí.
 
Con la finalidad de que explicara los motivos de su visita y las peculiaridades que distinguen al programa TALI, AJN/Iton Gadol entrevistó al Eitan Chikli.
 
¿Cuál es el motivo de su viaje a Buenos Aires?
 
Vine para reunirme con el director del Seminario Rabínico Latinoamericano “Marshall T. Meyer”, trayendo mi experiencia en la educación judía a Buenos Aires, a la Argentina e incluso a Sudamérica. TALI en Israel es una red de instituciones educativas muy grande que tiene aproximadamente 100 escuelas primarias y 150 jardines de infantes en todo el territorio de Israel. Ariel Stofenmacher, director del Seminario Rabínico, en conjunto con otras entidades de la red escolar judía se preocupan por la educación judía no solamente en la Argentina, sino que ellos ven la educación judía de Sudamérica como una única y lo están tratando de mejorarla.
 
Ustedes afirman que TALI es un programa educativo “fiel a la tradición judía, pluralista y humanista”, ¿qué significa pluralista?
 
Nosotros nos dirigimos a un grupo muy específico, si bien matizado, de gente en Israel. Lo que caracteriza a ese grupo de personas que son padres, familias judías, que no mandan a sus hijos a escuelas judías religiosas ortodoxas, pero que sí están interesadas en brindar una educación judía a sus hijos a través de la tradición. En Israel hay dos tipos de educación judía, la secular y la religiosa.
 
¿Haredi (ortodoxa)?
 
No solamente. Hay religiosos conservadores, reformistas y no afiliados a ninguna de las corrientes que no quieren una educación ortodoxa, pero sí darles una educación judía a sus hijoa sin que esté vinculada con la ortodoxia. Por eso ellos recurren a las escuelas TALI, que ofrecen una educación religiosa pero no ortodoxa. Hay un grupo de gente que le interesa la religión pero no la forma ortodoxa. Hay también un grupo que no le interesa directamente la religión, pero que quieren tener un tipo de vínculo con la cultura judía. Es decir que también hay gente a la que le interesa que sus hijos mantengan la cultura judía. Como esto también está ocurriendo en América del Sur, como director del proyecto TALI, vine a ver si se puede ayudar a que se encuentre la manera de brindar una alternativa educativa a esos padres y familias.
 
¿A qué se refieren, en TALI, con el concepto de educación judía humanista?
 
La respuesta es muy simple, lo que tiene que ver con el concepto humanista es, para mí, poder relacionarse con los libros sagrados, entendiendo que estos fueron escritos por seres humanos y para seres humanos, a diferencia de aquellas personas que cree que esos libros fueron solamente confeccionados por una fuerza superior y no por seres humanos.
 
¿Es lo que denominan “aproximación crítica a los textos”?
 
Es una consecuencia. Si nosotros nos vinculamos con un texto pensando en la posibilidad de que fue escrito por un ser humano, podemos hacer análisis de diferentes tipos, ya sean históricos, lingüísticos, etc. Pero si uno se vincula con el texto como si hubiese sido escrito por una fuerza superior, es muy difícil llegar a este tipo de análisis. Quiero ser claro en esto, no soy tajante en que todos los textos fueron escritos por una imagen divina o por un Ser Supremo o un ser humano, sino que existe la posibilidad de entender al texto como escrito por un ser humano, pero no anulo o cancelo la idea de que estos textos puedan ser escritos por D’s o por inspiración divina.
 
Es decir conservador, no reformista
 
Uso este tipo de definiciones. Yo estudie en la universidad no solo en seminarios conservadores o reformistas.  Es una visión, más que todo, académica, pero no una visión académica seca, de estudio, sino que existe la posibilidad de entender que pueden haberse escrito por personas.
 
¿Por qué consideran que la educación estatal secular, en Israel, no tiene contenido judío?
 
Las bases de la educación judía moderna están basadas en el ethos judío moderno, el judío nuevo que llegó a Israel, que empieza a tener su vida en Israel como israelí y que quiso, de alguna manera, dar un golpe, una desviación de lo que era el judío galútico, el judío diaspórico, y de ese golpe son las consecuencias . Se creó un nuevo judío, un nuevo hebreo y les fue muy bien, tuvieron éxito porque pudieron construir una imagen de una persona que trabaja con la tierra, que se vincula con las armas y lo consiguieron.
 
¿El sabra?
 
Exactamente. El problema que se vincula con esto es si va a ser judío. El judaísmo ¿dónde se ve? En el hebreo, en el TaNa”J y en la relación con la tierra. Durante todo este tiempo, en el que la educación judía no cambió mucho, lo que caracteriza al judaísmo en este sistema es estudiar TaNa”J en las escuelas y, para salir del paso, nombrar las fiestas  en forma breve. El judío israelí que termina una escuela judía secundaria  secular puede hasta no tener contacto con otros libros del judaísmo, como ser la Mishna, la Guemará, Rambam, el Maral, Rab Kook. Estos textos son una consecuencia, o el producto, de la educación o de la escritura galútica, diaspórica, y, como ellos tienen un rechazo muy grande a todo lo que sea diaspórico, no tienen otra cosa que el TaNaJ dentro de la currícula.
 
TALI ¿es un programa educativo del movimiento conservador?
 
Es un problema hablar de TALI como algo que representa al conservadorismo. La base, la idea de TALI, profundiza sus raíces en ideas e ideologías de personas conservadoras, con las ideas del movimiento conservador. Yo mismo, que soy el director del proyecto TALI, estudie en el Majón Schejter y soy rabino conservador. Pero igualmente tengo que decir que el producto final que creamos no es un producto conservador, sino que es un producto hecho para generar un momento de encuentro positivo con el público secular al cual estamos dirigiéndonos. Por ejemplo, en la visión conservadora la Halajá cumple una función muy importante. Si fuera así tendría que estar educando para las halajot, los preceptos, mitzvot, sin embargo eso no es eso fundamental en este proyecto. Para nosotros está claro lo que el mundo judío necesita y el producto final ni siquiera pretende ser un producto conservador. 
El movimiento conservador es, en términos de cantidad, marginal con respecto a la sociedad israelí. Si este proyecto fuera solamente del Movimiento Conservador, el Ministerio de Educación no hubiera permitido la inserción de este programa en las escuelas. El vínculo que hizo el ministerio de Educación para aceptar este programa es la visión de transformar a cualquier chico israelí que esté en una escuela judía a vincularse con el judaísmo. Muchas personas que apoyan el proyecto, tanto económica como moralmente, son conservadores y están muy orgullosos de él, pero hay que hacer una diferencia entre lo que cada persona supone del proyecto y lo que el proyecto es en sí, que no se define como un proyecto conservador.
 
Dentro de la formación educativa de TALI, ¿cómo se plantea la relación de Israel con sus vecinos?
 
Desde hace siete años tenemos una unidad temática, “Diálogo e identidad”, que es contactar a chicos judíos de las escuelas TALI con chicos árabes católicos que estudian en sus colegios. Por eso quiero hablar con el rabino Abraham Skorka para ver si tiene una posibilidad de poder abrir el horizonte con la Iglesia Católica. Desde el proyecto no se puede resolver el conflicto de Medio Oriente. Lo que intentamos hacer, en un principio, es encontrar un sistema educativo y un grupo de gente que trabaje en el sistema educativo árabe, y fue muy fácil. Los árabes católicos tienen un doble conflicto de identidad: primero ser árabes en Israel y segundo ser católicos dentro de los árabes. Pero con ellos se pudo llegar a encontrar la posibilidad de implementar esta unidad temática. Es muy difícil encontrar un grupo de gente árabe musulmana que quiera hacer un tipo de relación vincular con este tipo de educación judía que se impone en las escuelas. Tenemos muchas ganas de poder hacerlo, pero en cuestiones logísticas no se pudo concretar.
 
¿Cuáles son sus deseos para el futuro?
 
Esperamos y deseamos que se pueda abrir un centro TALI en Sudamérica y podamos trabajar en conjunto con el Seminario Rabínico y las otras entidades involucradas en la educación judía para poder implementarlo, porque creo que va a funcionar muy bien, porque tenemos lo que ofrecer.
 

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