Itongadol/AJN.- “Hay que ser realistas: en la Argentina casi no tenemos Justicia, y la poca que hay es sumamente lenta e ineficaz”, sentenció un contundente Carlos Susevich, padre de Liliana Graciela S. de Levinson (en la foto, con su cuñado, Sergio Levinson), una de las 29 víctimas del atentado a la Embajada de Israel, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) en la víspera del 22º aniversario del ataque terrorista, que se cumple hoy, lunes.
De todos modos, “siempre hay esperanzas de que en algún momento, y por alguna razón de esas raras que ocurren, pueda ‘abrirse el cielo’ y aparezcan los verdaderos culpables”, agregó.
“Éste es el único gobierno que nos escuchó y ayudó; prácticamente el 90 por ciento de la gente afectada ha percibido su indemnización y el resto va a estar en las mismas condiciones en los próximos días”, informó uno de los oradores del acto de mañana, martes, a las 14 hs., en la plaza Embajada de Israel, sita en Arroyo y Suipacha, donde funcionara la legación hasta la explosión.
A un día de cumplir 90 años “la herida abierta sangra por dentro porque no deja de lastimar, pero uno se apoya en dos hijos, ocho nietos y doce bisnietos”, explicó.
Del atentado del 17 de marzo de 1992 “me enteré por la radio, creyendo que no nos iba a pasar, pero nos pasó como a tantas otras y lamentables víctimas que sufrieron este tremendo hecho”, se resignó Susevich.
“Para la segunda (bomba, los organismos del Estado) tendrían que haber estado preparados; sin embargo, no se tomaron providencias especiales y lamentablemente tuvimos el resultado” de otros 85 muertos y centenares de heridos en la AMIA, el 18 de julio de 1994, reclamó.
En ese momento “pensé que la reiteración traería más angustia y pesar a quienes tuvimos la primera fase de los ataques”, recordó el padre de Graciela en referencia a los deudos de la Embajada.
Susevich admitió que “en ciertos momentos” se sintió acompañado por el Estado de Israel, pero “en otros, honestamente, no”.
“Creo que no se hizo todo lo se tendría que haber hecho, pero este tema tiene un trasfondo político, diplomático y financiero con muchos entremeses como para que sea fácil de dilucidar”, añadió a AJN.
“Siempre fui duro, claro y conciso en los reclamos, de frente, y nunca oculté que tenía otras esperanzas; algunas veces tuve respuestas válidas y acogedoras, y otras, negativas”, resumió el referente de los familiares de las víctimas y los sobrevivientes.
Para terminar, Susevich se quejó de la cobertura mediática: “No olviden que hubo dos atentados; nada se escribe sobre el de la Embajada durante el año, únicamente dos o tres días antes del aniversario”.
“Da la impresión que fuera una cosa de orden diplomático que no se puede tocar y no es así: fue un ataque contra ciudadanos argentinos y un organismo extranjero que tendría que haber sido custodiado, pero por distintas razones no lo fue”, sintetizó.