Estas son algunas de las cuestiones que se investigan en la UHJ, en disciplinas que incluyen: musicología, neurobiología e informática.
La plataforma clave para su trabajo es la carrera interdisciplinaria en “Música y Cerebro” del Centro Edmond y Lily Safra en Ciencias del Cerebro (ELSC), que explora los puntos de encuentro entre musicología, neurobiología y ciencias de la computación, y provee tanto a estudiantes de posgrado como a Profesores las herramientas para desarrollar nuevos enfoques examinando zonas inexploradas.
“Sin dudas, la diafonía entre musicólogos e investigadores del cerebro puede enriquecer ambas disciplinas”, dice la Dra. Roni Granot del Departamento de Musicología, experta en cognición musical y Profesora en el curso de Música y Cerebro.
En esta interfaz se caracteriza el seminario internacional de cuatro días Batsheva de Rothschild, “Music and Brains: The
Surprising Link”, que tuvo lugar en Jerusalem, en Febrero de 2013, y fue organizado por Granot y Nelken junto a su
colega del ELSC, Prof. Naftali Tishby, el candidato a doctorado del ELSC Nori Jacoby, el Prof. Eitan Globerson y el músico
entusiasta Roni Zehavi.
El Prof. Nelken investiga la codificación y representación de los sonidos complejos en el sistema auditivo de los mamíferos. Sus experimentos han arrojado sorprendentes conocimientos sobre cómo el cerebro procesa la música.
“En los seres humanos y los animales, la creación de expectativas y lo que sucede cuando no se cumplen se puede medir en el plano eléctrico, repitiendo un sonido varias veces, en algún punto, produce un sonido diferente, por lo que la expectativa y la
sorpresa están claramente determinadas. En el cerebro humano, eventos eléctricos particulares se producen cuando se desafían las expectativas.
Hemos encontrado, por casualidad, que incluso en la actividad de las células nerviosas de animales de laboratorio
anestesiados, se produce un fenómeno similar”, dice.
Esto llevó a Nelken a concluir que la organización del sonido, en la interacción entre expectativa y sorpresa, es clave para entender cómo el cerebro procesa la música. “La música consiste en la organización de los sonidos en el tiempo, y al
cerebro le gusta la organización”, dice.
La Dra. Granot ejecuta pruebas más complejas en seres humanos, midiendo no sólo respuestas físicas, sino también
cuestionando pensamientos y emociones. “El juego complejo entre la sensación de saber lo que va a suceder, en suspenso,
y el ser sorprendido, es un elemento básico de la experiencia estética, en música como en arte, lenguaje y el humor”, dice.
“La Musicología clásica ve la música como objeto estético o cultural que cambia según culturas, épocas y sociedades”, dice Granot. “Hasta hace poco, el oyente era ignorado. Actualmente tratamos de conectar lo que sabemos acerca de la teoría
musical y el reflejo del comportamiento de los oyentes frente a la música, a través de medidas en el cerebro.”
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