Itongadol.- Jaim Najman Bialik, el poeta nacional del hebreo moderno, murió el 4 de julio de 1934.
Naciado en Rady, una pequeña aldea de Wolhynia en Rusia, el 9 de enero de 1873, en el seno de una familia observante, su educación fue religiosa, en 1890 ingresó en la Yeshiva de Volozin (academia talmúdica de la ciudad de Volozin. Lituania), pero en 1892 se trasladó a Odesa, donde vivió modestamente dando clases particulares de hebreo y realizando traducciones a ese idioma de autores alemanes y rusos.
A la vez comenzó su intensa producción poética inspirada en la infancia, el amor platónico, la belleza de los paisajes y sus vivencias en la yeshiva: Ba Sadeh (En el campo), de 1894, Mikhtav katan li katva (Ella me ha escrito una breve carta), de 1897, Al af Beth HaMidrash (En el umbral de la escuela), de 1894, y El estudiante asceta, del mismo año.
En varias de sus obras, Bialik adopta un lenguaje sencillo, por ejemplo en el poema en prosa Megilat HaEsh (El rollo de fuego) o en Abriendo la ventana (1903).
Miembro activo del movimiento sionista, varios de sus poemas son críticos a la resignación con que miembros de la comunidad aceptaban la opresión en que vivían, a la vez que denuncian la marginación y las matanzas que sufrían, lo que expresa en su novela corta Arieh Baal Gouf (Arieh el Corpulento) o en sus poemas Pequeña epístola de la Diáspora a un hermano de Sión (1894), Matanza (Al Ha Shekhita, 1903), Cantos de la ira (1904) y La ciudad del exterminio (Belr Ha Harega, 1904), estos últimos inspirados en el progrom de Kishinev.
Simultáneamente a su creatividad literaria, Bialik desarrolló una importante actividad de divulgación del idioma hebreo, fundando la editorial Devir, para la que tradujo, entre otros autores clásicos, a Shakespeare y a Cervantes.
Decepcionado por la orientación tomada por la Revolución Rusa, en 1920, por mediación de Máximo Gorki, a Bialik se le permitió abandonar la Unión Soviética, pasando a residir en Berlín por unos años, hasta que en 1924 se estableció en Tel Aviv, donde desarrolló una intensa actividad intelectual entre la comunidad judía.
La obra de Bialik abarca también, entre otras, el relato autobiográfico Safiah (Renuevo), una edición crítica de los poetas judeo-españoles y una antología de hagadot (El libro de la leyenda): de las leyendas, fabulas y sentencias morales de la Hagadá.
El 4 de julio de 1934 (21 de Tamus 5694), en Viena, fallece Jaim Najman Bailik, luego de una intervención quirúrgica, siendo su cuerpo inmediatamente trasladado para su entierro a la ciudad Tel Aviv, su lugar de residencia en Eretz Israel (la tierra de Israel).
Poema de Jaim Najman Bialik
A la hora del crepúsculo
A la hora del crepúsculo ven hacia la ventana
y reclínate sobre mí,
rodea amorosamente mi cuello, pon tu cabeza sobre la mía,
y así, a mi vera, permanece.
Dulcemente abrazados, en silencio, hacia la maravillosa luz,
levantaremos nuestros ojos;
y soltaremos libremente a la faz de los cielos luminosos
todas las ansias de nuestro corazón.
Se remontarán hacia lo alto, con presto volar, como palomas;
en la lejanía, como perdiéndose, se celarán,
y hacia las colinas de púrpura, las islas por la luz doradas,
con vuelo remansado bajarán.
Ellas son las islas remotas remotas, los mundos superiores,
que en nuestros sueños contemplamos,
las cuales nos convirtieron en peregrinos bajo todos los cielos
e hicieron de nuestra vida un infierno.
Ellas son las islas de oro, por las cuales ansiamos
como por la tierra patria,
por la que todas las estrellas de la noche envían sus guiños
con su rayo de luz parpadeante.
Por ellas hemos quedado como tallos en tierra árida,
sin amigos ni compañía;
como dos errantes, en perenne errabundez,
sobre la faz de una tierra extraña.
Poema extraído de Poesía Hebraica Postbíblica
Millás Villacrosa (traductor y compilador)
José Janés Editor
Barcelona, 1953