Los analistas aseguran que la comunidad judía de Irán recibe el mismo que los demás ciudadanos, pero la situación es única y no deja de ser un tema sensible.
"Ellos no tienen ningún problema, gracias a Dios", dijo el rabino Yitzhak Haness Baal, que fue el rabino de la ciudad de Shiraz durante muchos años, hasta que emigró a los Estados Unidos en la década de 1990.
“La vida es perfectamente buena y nunca ha habido ningún problema", añadió, dejando de mencionar el encarcelamiento de varios de sus estudiantes, acusados de espiar para Israel, tema que nunca se aclaró.
En cuanto a su propia opción de salir de Irán, el rabino dijo: "He enviado a mis hijos a estudiar en a una Yeshivot de Estados Unidos, y unos años más tarde, los seguí".
Sin embargo, miembros de la comunidad judía de Shiraz coincidieron en que la opinión de salida del rabino fue más por "huir" que por "emigrar", ya que Haness Baal tenía miedo de ser objeto de una atención no deseada régimen.
Se estima que en Irán viven unos 20.000 judíos, la mitad de los cuales residen en la capital Teherán, 6.000 en Isfahan y el resto dispersos en diversos asentamientos urbanos.
En declaraciones consignadas por el portal de noticias Ynet, el rabino Baal Haness aseguró no tiene fundamentos para decir que los judíos de Irán no son capaces de disfrutar de la vida judía incluyendo sinagogas y servicios religiosos.
Sin embargo, Esther Webman, directora del Instituto Stephen Roth para el Estudio del Antisemitismo Contemporáneo y el Racismo, dijo que la tolerancia es una mera fachada.
"Todavía hay un miedo muy básico. Usted no puede pintar un cuadro fantástico mostrando que todo está bien", dijo.
Aunque coincidió con el rabino en que hay una distinción entre el tratamiento de los judíos como una minoría religiosa bajo la ley islámica y la actitud hacia Israel y el sionismo, aclaró que la situación está "lejos de ser ideal."
“Los judíos tienen que seguir reglas muy claras y rígidas", aseguró, y agregó que su situación es similar a la de los ciudadanos no judíos.
En este sentido, Webman indicó que se debe seguir al pie de la letra la línea anti-israelí, y las mujeres sólo pueden salir a la calle en un chador y con la vestimenta tradicional.
"Sólo si se siguen las reglas, entonces \’todo está bien\’", describió en forma irónica.
Avraham Jaim, un rabino Estambul y muy familiarizado con los judíos de Irán, está convencido de que no hay persecución antisemita en Irán.
"Ellos viven allí con total libertad", dijo el religioso. "No estoy seguro de que sean atacados por estar allí, y no tengo ni idea de lo que pasa en el corazón de (Mahmoud) Ahmadinejad, pero él no les da un mal rato", agregó.
No obstante, el religioso admitió que hay judíos iraníes que se les puede ver en el rostro su temor a la exposición y la posibilidad de poner su vida en peligro.
Jaim reside en Turquía, pero ofrece servicios religiosos a las comunidades judías de todos los países musulmanes vecinos.
Durante los últimos días, el religioso entregó matzá a los judíos de Damasco, en Siria. "Cientos de kilómetros de caminos improvisados, bajo el fuego tuve que recorrer", contó el rabino.
Pero los judíos iraníes tienen poca necesidad de sus servicios. "Nadie me pidió que entregara matzá en Irán. Tienen su propia panadería en Shiraz", explicó.
"Afortunadamente, hay un rabino designado por el Estado, un miembro judío en el parlamento y las buenas relaciones con la comunidad”, agregó Jaim.
El religioso indicó que “los judíos no se meten en política, no se involucran en el conflicto con Israel, sino simplemente viven su vida".
Pero el rabino Estambul admitió que el apoyo al sionismo o las intenciones de inmigrar a Israel pueden poner a la comunidad en peligro.
"Muchos han querido dar ese paso, pero es sensible, por lo que la Agencia Judía ha renunciado a ellos", explicó, por último, Jaim.
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