La DAIA se reunió ayer, miércoles, con familiares de algunos de los alrededor de 1.900 judíos desaparecidos durante la última dictadura militar (foto).
El objetivo fue “decirnos lo que sienten y que les pidiéramos disculpas por las omisiones y las cosas que desde la institución no pudimos o no supimos hacer, y lo vamos a reparar con la memoria”, explicó su secretario general, Jorge Knoblovits, a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“Se trata de chicos y familias judíos que estaban comprometidos y necesitaban el amparo de la DAIA, y no se discute de dónde venían”, agregó.
Durante el encuentro, ambas partes consensuaron “un documento para recuperar la memoria”, que se presentará hoy, y acordaron “trabajar para recuperar a estas familias” y que se sepa que los detenidos de este origen “sufrieron mucho más por ser judíos”, finalizó el directivo.
Knoblovits y el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, recibieron, entre otros, a Sara Rus, sobreviviente de la Shoá con un hijo desaparecido; Daniel Tarnopolsky, el único de su familia que se salvó; Marcos Weinstein y Sara Brodsky.
Por parte de la entidad también estuvieron su director ejecutivo, Víctor Garelik; su antecesor en el cargo y hoy asesor institucional Jorge Elbaum y la directora Centro de Estudios Sociales, Marisa Braylan.
En tanto, hoy, a las 18 hs., en el Auditorio de la AMIA, se hará el tradicional acto de homenaje coorganizado con la Asociación de Familiares de Desaparecidos Judíos, en el cual serán oradores Tarnopolsky y el juez federal Daniel Rafecas, quien investiga crímenes de la última dictadura militar, entre 1976 y 1983.
Además de los casi 2.000 judíos desaparecidos durante la dictadura, se estima que 22 de sus hijos habrían sido apropiados ilegalmente durante su secuestro o en centros clandestinos de detención.
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