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El año pasado ha visto numerosas disputas entre las comunidades seculares y ultra ortodoxas sobre el carácter de la sociedad israelí, y en algunos casos pareció como si la brecha ideológica era demasiado grande como para ser superada.
Sin embargo, un proyecto lanzado por las organizaciones Tzohar y ZAKA en Purim han probado que los haredi y los seculares pueden coexistir. Como parte de la iniciativa, parejas seculares albergaron a parejas ultra ortodoxas y viceversa. Cientos de participantes también intercambiaron canastas de Purim (Mishloach Manot).
Para llegar a la mayor cantidad de gente posible, las organizaciones armaron una línea apuntada a conectar a seculares y ultra ortodoxos según su lugar de residencia. Para promover el proyecto, el miembro de la Knesset (parlamento israelí) Ilan Gilon del partido secular Meretz intercambió regalos con su compañero Chaim Amsellem de Shas.
En Purim, seculares de Beit Shemesh viajaron por el barrio Ramat Beit Shemesh en un carruaje decorado y entregaron canastas de regalos a los haredim locales. “Estoy muy agradecido de que cientos de personas participen en esta iniciativa, que tiene todo sobre amor y respeto mutuo”, dijo el jefe de Tzohar, el rabino David Stav.
“No damos por sentado que las personas seculares y religiosas se tomen el tiempo de ir a sus autos y entreguen canastas a personas que no han conocido nunca y con las que supuestamente no tienen nada en común. Este proyecto prueba que tendemos a olvidarnos que tenemos mucho en común y que el pueblo israelí lucha por vivir en paz”, agregó.
“Al final del día, ningún extremista puede cambiar nuestra verdadera naturaleza como nación que busca una unidad real”, dijo.