431
En un lucido acto académico que se desarrolló en un marco de calidez y emotividad, el Secundario Yeshurun Torá homenajeó a los graduados de su cuarta promoción.
Creado en 2004, el Secundario de Yeshurun viene experimentando un vertiginoso crecimiento, que se manifiesta en un crecimiento de su matrícula del orden del 50% en los últimos tres años. La escuela se coloca a la vanguardia de las instituciones comunitarias como el único secundario donde todos los alumnos cuentan con netbooks en el aula y la mayoría de los cursos disponen de pizarras interactivas en forma permanente.
El acto de graduación tuvo lugar el lunes 5 de diciembre en el salón Salguero Plaza. Además de los graduados, fueron agasajados otros alumnos del colegio: los finalistas del Jidón Hatanaj (certamen bíblico) entre los cuales un representante de Yeshurun participará del próximo Jidón internacional en Jerusalem, los finalistas del concurso literario en inglés organizado por el colegio Euskal Echea, alumnos que desarrollaron proyectos innovadores y que se destacaron por su rendimiento académico.
El Rector de Yeshurun Torá, Lic. Ariel Cohen Imach, dijo a los egresados:
La graduación, más que un premio, es una misión; más que una culminación, es un compromiso; más que un mérito, es una responsabilidad. Uno de los 16 verbos de la breve narración bíblica donde se presenta un antecedente de una graduación es, significativamente, VESHAAL: habrá de preguntar e indagar, tendrá curiosidad y necesidad de seguir aprendiendo, querrá saber más y estudiar más profundamente; no estará nunca conforme con el conocimiento adquirido sino que se entenderá a sí mismo como un sujeto en desarrollo cuya esencia es el aprendizaje permanente.
Una enseñanza inspiradora que nos regala la Torá para esta Graduación es el énfasis en la dimensión humana, en el contacto interpersonal. El texto (Núm. cap. 27) no registra que Josué hubiera recibido un diploma o un título. Enfatiza la presencia humana de un maestro colocando sus manos sobre su discípulo y transmitiéndole los desafíos propios de la misión que emprendería.
Queridos egresados:
Lo fundamental que ustedes se llevan de nuestra escuela no es un título. Se llevan experiencias educativas vividas con personas que hacemos de la educación nuestra vocación, algunas de las cuales seguramente los marcaron y los ayudaron a delinear aquello que no se aprende con libros ni con papeles ni con computadoras, sino únicamente con personas: un camino en la vida, cualidades, virtudes, valores, también preguntas y dilemas. Ustedes han desarrollado proyectos solidarios, tienen el mérito de haber generado con su propia iniciativa instancias de aprendizaje, profundización y práctica de las enseñanzas milenarias de la Torá. Desarrollaron disciplina y hábitos de estudios y compartieron vivencias de diálogo y autogestión. Vivieron una adolescencia cuidada, contención y afecto de muchas personas a lo largo de 5 años ricos e intensos.
El acto contó con palabras del Rabino de la escuela, Rab. Itzjak Chehebar, y del presidente de la Comisión Directiva de la escuela, Escr. Gabriel Salem. Luego de la entrega de diplomas propiamente dicha, se dirigieron al público los egresados y sus padres. El broche de oro de la noche consistió en un emotivo video de homenaje a los graduados, preparado por el equipo docente y no docente de la escuela.