El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, emitió hoy un comunicado en el que condena las intenciones del pastor estadounidense Terry Jones de quemar ejemplares del Corán, en el noveno aniversario del atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
“La quema de libros sagrados de cualquier religión es un movimiento indebido, que mina la tolerancia religiosa y la paz entre las distintas confesiones”, sostuvo Netanyahu, al término de la jornada del Rosh Hashaná, el Año Nuevo Judío, que este año coincidió con el fin del Ramadán
La polémica mundial se inició cuando Terry Jones, líder de una iglesia protestante de unos 30 miembros en Gainesville, Florida, anunciara la decisión de quemar ejemplares del libro santo musulmán el próximo sábado 11 de septiembre, en coincidencia con un nuevo aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y que este año coincide con la festividad musulmana del Eid.
A través de un comunicado de prensa, Interpol advirtió que “si el pastor estadounidense cumple con su propuesta de quemar el Corán, existe una alta probabilidad de que ocurran violentos ataques contra personas inocentes".
El organismo internacional intervino a pedido del ministro del Interior de Pakistán, Rehman Malik, quien recomendó a la agencia que alertara de un "incremento en la amenaza terrorista" si la quema tiene lugar el sábado.
"Dado que se nos ha comunicado una amenaza significativa contra la seguridad pública -una afirmación que compartimos- es nuestra tarea asegurarnos de que trasladamos esta información a las autoridades competentes de todo el mundo para que puedan tomar las medidas apropiadas", declaró el secretario general de Interpol, Ronald Noble.
Noble aclaró que no podría dar datos específicos sobre la forma en la que podrían suceder los ataques, pero advirtió de que la quema del Corán tendría "consecuencias trágicas".
A todo esto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió de que el plan del pastor podría provocar atentados suicidas de Al Qaeda y los gobiernos de India e Indonesia pidieron que detenga la quema.
Por su parte, el canciller iraní, Manouchehr Mottaki, condenó la quema de ejemplares del Corán convocada por el pastor Jones y señaló que esta polémica iniciativa forma parte en última instancia de una "guerra blanda" contra los musulmanes orquestada por Israel.
Mottaki no solo cargó con Israel y el pastor Jones sino que además sostuvo que los atentados del 11 de septiembre de 2001 “no se habrían producido si Occidente no hubiese realizado actos ofensivos contra el Islam”.
Según consignó la prensa iraní, Mottaki recordó los "conflictos religiosos" promovidos durante la presidencia de George Bush y evidenciados por las declaraciones del ex mandatario tras el 11-S.
Esas acciones, indicó, han provocado una reacción "no sólo del mundo musulmán, sino de los seguidores de otras religiones".
Asimismo, el canciller iraní reclamó al gobierno de Estados Unidos que garantice los derechos de los musulmanes estadounidenses, lo que pasa por impedir actos como los de Jones.
GB