En Damasco, Colin Powell envió un mensaje claro sobre la «nueva situación estratégica» en la región después de la caída de Saddam Hussein.
Powell instó a Siria a cortar lazos con el movimiento Hezbollah en el Líbano que está bajo el auspicio iraní.
Estados Unidos también quiere que Siria controle las actividades anti israelíes realizadas por organizaciones militantes como Hamas y la Jihad Islámica.
El secretario de Estado afirmó que había oportunidades para resolver los conflictos como la tropas sirias en el Líbano y la ocupación de las Alturas del Golán, pero que ambas partes deberían tomar acción.
Siria respondió tibiamente a las exigencias estadounidenses, diciendo que Washington debería presionar más a Israel.