Luego de un sábado agitado, el domingo no cambió demasiado el panorama. Manifestantes ultra ortodoxos volvieron a protestar por la autorización a abrir los centros comerciales en el día sagrado y de descanso para la ley religiosa judía.
La policía desplegó sus fuerzas y cortó el tránsito ante las quejas de los religiosos que desparramaron cestos de basura en Jerusalem.
Fueron detenidos 57 activistas en la entrada al barrio Mea Shearim, poblado casi en su totalidad por ortodoxos, que se opusieron tirando piedras y botellas a las autoridades de seguridad.
Hubo heridos de distinta consideración, siendo el más grave un joven de 20 años ultra ortodoxo que cayó de un cerco de
Desde la oficina del alcalde, Nir Barakat, manifestaron su pesar por los incidentes y aseguron que están comprometidos con la seguridad de la ciudad.
Gente cercana a Barakat, señaló al portal Ynet que “pese a los disturbios, los centros comerciales seguirán abiertos, porque esa fue la promesa que se hizo a los dueños”.