Mal que le pese a los detractores internos de Israel<BR>
UNA GUERRA DEFENSIVA.-
El operativo militar israelí, Plomo Fundido, es una muy justa guerra defensiva.
Es justa porque en agosto de 2005 Israel repatrió a los colonos en Gaza, desarmó asentamientos, volvió a la frontera internacional aún a costa de un trauma nacional no cerrado.
Es justa porque entre 2006 y 2008 los palestinos no aprovecharon para construir el futuro de sus habitantes en Gaza sino que atacaron una y otra vez ciudades israelíes en el sur del país.
Es justa porque inocentemente desde hace año ( desde 2001) Israel no reaccionaba con contundencia ante el lanzamiento de más de 11.000 misiles "artesanales" ( expresión usada por estupidos progresistas en Argentina) además de dejar armarse al Hamás.
Es justa porque no hay país del mundo que soporte que sus habitantes deban ser "tiro al pato ".
Es justa porque mientras exista el Hamas no hay posibilidades de una paz seria en Medio Oriente.
Plomo Fundido es un operativo jiusto no exento de hechos trágicos como la muerte y el sufrimiento de la población civil, pero la tragedia implícita en Plomo Fundido es inevitable. Ella fluye del hecho concreto de que lo palestinos no aprovecharon la histórica pero absurda retirada israelí unilateral de Gaza en el 2005. En ese mismo momento escribía en esta columna que Gaza se transformaría " democráticamente " en un estado dictatorial, fundamentalista de corte iraní. La primera vez que en forma total e integral los palestinos tendrían el destino en sus manos, lo desaprovecharon y ahora buscan nuevamente victimizarse. Todo esto demuestra que el deseo palestino de arrasar Israel aún es más fuerte que la voluntad de concretar su estado propio, aún en parte de un territorio en disputa.
Israelíes que odian Israel y judíos que odian Israel describen al operativo Plomo Fundido como un crimen de guerra. Ellos siempre se especializan en contar uno a uno las víctimas palestinas de la misma forma que omiten a las víctimas israelíes y describen a la política israelí como criminal. Mientras que los propios egipcios dicen de frente que la tragedia es responsabilidad del Hamas los israelíes que odian israelíes culpan solo al ejército y al gobierno. A la misma hora que los hechos bien simples indican que la violencia en el sur proviene del accionar terrorista de una entidad que puso a los palestinos como rehenes, los judíos que odian Israel terminan dando un respaldo moral a la agresividad criminal del Hamas.
No hay que odiar a los israelíes o judíos que odian Israel. En definitiva su actitud es patética. En su sentimientos de justicia y humanismo no hay justicia y en su moralidad no hay moral. Su incapacidad para comprender o apiadarse de los israelíes en Sderot, Ashdod, Ashkelón o Beer Sheva, genera espanto.
El verdadero movil de los israelíes que odian Israel no es la preocupación sincera por los palestinos sino una especia de racismo invertido. De hecho mientras se muestran condescendientes con el facismo palestino del Hamas ellos dan la espalda no solo a los israelíes sino a los palestinos moderados. Esa actitud no lleva a la paz y no acorta el ciclo de violencia.
Plomo Fundido es en esencia un operativo necesario. La sorpresa fue total, la inteligencia fue precisa y la oportunidad adecuada.
El hecho que el operativo se llevó a cabo luego de seis meses de "calma" violada por el Hamas, le dio un alto respaldo nacional aún entre el pacifismo israelí.
Se vivieron y vivirán días dificiles. hubo y habrá errores pero no es el momento de sembrar una campaña de repudio y desaliento. Es hora de apoyar sin claudicaciones al ejército y sus comandos que luchan en un campo de batalla complejo, con civiles palestinos, tomados como rehenes sin que lo perciban.
Es el tiempo en que Israel reaccionó como un estado maduro debe hacerlo en defensa de sus ciudadanos, en especial las casi 1.000.000 de personas que viven en refugios y que se defiende así mismo con valentía y contención.
*co-director del periódico Comunidades, ex corresponsal en la Argentina de la Radio Kol Israel.