Itongadol.- En el contexto del reciente fallecimiento del Papa Francisco, es oportuno recordar uno de los momentos más significativos de su pontificado: el encuentro con el expresidente israelí Shimon Peres en el Vaticano, un gesto que simbolizó su incansable compromiso con la paz interreligiosa y el diálogo entre pueblos.
El 8 de junio de 2014, el Papa Francisco convocó en los Jardines Vaticanos a Shimon Peres y al presidente palestino Mahmoud Abbas para una oración conjunta por la paz. Este evento sin precedentes reunió a líderes judíos, cristianos y musulmanes, quienes, junto al patriarca ortodoxo Bartolomé I, plantaron un olivo como símbolo de esperanza y reconciliación.

Meses después, en septiembre de 2014, Peres regresó al Vaticano para proponer al Papa la creación de una «ONU de las religiones», una institución destinada a combatir el uso de la fe como justificación de la violencia. Francisco acogió la iniciativa con interés, destacando su potencial para fomentar la paz, aunque sin comprometerse formalmente.
Estos encuentros reflejan la visión del Papa Francisco de un mundo donde la religión sea un puente hacia la paz y no un motivo de conflicto. Su capacidad para reunir a líderes de distintas confesiones en busca de un objetivo común deja un legado imborrable en la historia del diálogo interreligioso.
En momentos de duelo por su partida, recordamos al Papa Francisco como un incansable defensor de la paz, cuyo legado continuará inspirando a generaciones futuras en la construcción de un mundo más justo y fraterno.