Itongadol/Agencia AJN.- Un tribunal alemán condenó hoy a Mustafa A., un estudiante de origen palestino residente en Berlín, a tres años de prisión por agredir a Lahav Shapira, nieto del fallecido Amitsur Shapira, uno de los atletas asesinados en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.
El ataque, que se determinó que tuvo un motivo antisemita, ocurrió a principios de febrero de 2024 a altas horas de la noche. Según el veredicto, Mustafa A. golpeó y pateó a Shapira mientras este yacía en el suelo. Como resultado del ataque, Shapiro sufrió graves fracturas faciales, una hemorragia cerebral y una lesión grave en el ojo. Se sometió a varias cirugías y perdió la capacidad de comer sólidos durante un mes.
Ambos se conocieron en un programa de formación de docentes, donde Shapira dirigía un grupo interno de WhatsApp. Según Shapira, les pidió a los estudiantes que se abstuvieran de hacer publicaciones antisemitas y eliminó del grupo a decenas de miembros que no cumplieron. Mustafa A., por otro lado, afirmó que no recibió un trato adecuado por parte de Shapira.
Según el atacante, el violento enfrentamiento tuvo lugar fuera de un pub, donde acusó a Shapiro de haber tirado carteles pro palestinos. Shapira respondió que los carteles incluían contenido que llamaba a la destrucción de Israel y describían la Masacre del 7 de Octubre como un «acto de libertad». Mustafa, cuyo apellido no fue publicado, aseguró que «las emociones se apoderaron de él» y perdió el control.
Durante el juicio, Mustafa afirmó que no actuó por motivos políticos o antisemitas, pero un video encontrado en su teléfono al día siguiente del ataque contradijo su versión. Se ve a un amigo decir: «Musti golpeó hasta la muerte al judío hijo de p…», un testimonio que convenció al tribunal de que el contexto del ataque fue claramente antisemita.
Durante el juicio incluso se llegó a transferir a la Fiscalía una indemnización inicial de 5.500 euros, pero esta rechazó la oferta. Los jueces cuestionaron la sinceridad del arrepentimiento del acusado, señalando, entre otras cosas, que en una declaración oficial habló de pasatiempos como leer libros y jugar al fútbol, pero omitió el hecho que practica kickboxing.
Shapiro testificó sobre una atmósfera hostil hacia él en el campus después de los eventos del 7 de Octubre, incluidos folletos que lo llamaban «sionista» y «Satanás». Dijo que viajaba con un guardaespaldas y fue perseguido en el campus por sus actividades contra el antisemitismo.
Aunque la Fiscalía pidió una pena de 28 meses de prisión, el tribunal fue más duro con el acusado y lo condenó a 36 meses, señalando que no había expresado un remordimiento sincero y que el ataque estuvo motivado por un claro odio antisemita.
No fue la primera vez que Shapira fue atacado por motivos antisemitas en Alemania: en 2010, cuando era adolescente, fue atacado en la ciudad de Lauch por un neonazi que se abalanzó sobre él, le gritó «cerdo judío», le dio un puñetazo debajo del ojo, lo tiró al suelo y le dio patadas en la cabeza. Sus amigos alemanes intentaron protegerlo sin éxito, pero afortunadamente un transeúnte pasaba por allí y logró acabar con el ataque.
Tzipi Lev declaró: «A mi hijo lo tildaban de sionista y realizó numerosas actividades contra el antisemitismo, a favor de Israel y de la liberación de los rehenes. No es posible que lo ataquen por luchar contra el antisemitismo y el racismo. Es necesario cambiar la ley para que haya un castigo severo, y entonces lo pensarán dos veces antes de hacer cosas así».
«Lahav estaba sentado en un bar el viernes con un amigo. Sintió que alguien los vigilaba constantemente y entonces le dijo que era alguien que conocía de la universidad y que vio que participaba en manifestaciones pro palestinas. Al salir del bar, esa persona, un árabe, de repente comenzó a atacar a Lahav con mucha dureza. Le gritó: ‘¿Por qué colgás fotos de rehenes?’. Estaba lleno de odio. No pasaremos esto en silencio. Más allá del hecho que tenemos una historia sangrienta aquí, no tengo miedo. Crie a mis hijos para que estuvieran orgullosos de su judaísmo y su condición de israelíes, y en el momento que tengamos miedo, no tendremos derecho sobre la Tierra”.