El acto de plantación tuvo lugar esta mañana en la que a partir de ahora se llamará plaza de Ana Frank, dentro del parque, y en él estuvieron presentes la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella; el ministro-consejero de la embajada de Israel, Edwin Yabo; el presidente de la Fundación Ana Frank, Kleis Broekhiizen; y la ministra plenipotenciaria de la embajada de Holanda, Anna Adema.
Además, el elenco del musical ‘El Diario de Ana Frank’, dirigido por Rafael Alvero, estuvo presente en el homenaje, en el que interpretaron incluso dos de los temas de la obra, ‘Raíces’ y ‘Jamás’. Después, Botella destapó una placa de piedra en la que está grabado el nombre de la joven judía que resistió junto a su familia encerrada en un piso clandestino de la capital holandesa y que escribió uno de los testimonios en primera persona más conocido de la persecución nazi a los judíos.
A continuación, las autoridades plantaron el esqueje, que ha sido traído desde Ámsterdam, donde el castaño original, mencionado en varias ocasiones en el diario de Frank, va a ser talado a causa de una enfermedad que, tras 170 años de vida, lo está matando. "Para que un árbol tan especial pueda perdurar se realizan iniciativas como ésta, que ya se ha hecho en París y en la ciudad holandesa de Almere", puntualizó Botella.
RESISTIR A LA BARBARIE
Tras el gesto simbólico, todas las autoridades recordaron en sus discursos la necesidad de actos como éste para subrayar "el triunfo del ser humano en su resistencia contra la barbarie" y para "manifestar el deseo de que aquello que le tocó vivir a Ana Frank no vuelva a repetirse".
"Que este castaño nos recuerde que todos, en cada faceta de la vida, tenemos que tener una postura activa siempre para luchar contra la injusticia y para parar a aquéllos que, como con el nazismo, hay que parar en el momento adecuado", deseó Botella, destacando la "tolerancia y la fuerza interior" que encarnó Ana Frank.
Asimismo, esperó que "nunca se vuelva a producir un exterminio de un pueblo por ninguna razón y que se impida que esa exclusión barbárica siga ocurriendo como pasa en algunos lugares del mundo".
Por su parte, Adema subrayó que Ana Frank es "la mejor embajadora de la tolerancia", mientras que su homólogo israelí pidió que el acto "sirva para que los españoles, que estuvieron al margen de lo que pasó en Europa durante esos años, profundicen en el conocimiento del holocausto y en el entendimiento entre los pueblos". "Espero que este árbol dé sombra a los que se acerquen a él para hablar sobre la paz", apostilló.
Finalmente, el presidente de la Fundación Ana Frank destacó que la memoria de la chica es "fuente de reflexión sobre el mundo actual, donde no han desaparecido el nacional-socialismo ni todas las formas de antisemitismo" y que también recuerda "la maldad que los seres humanos pueden inflingir, pero también la fuerza y capacidad de lucha" de la que son capaces.
El castaño, "símbolo de la libertad que Ana Frank anhelaba", es asimismo el homenaje a la judía, que el próximo jueves habría cumplido 79 años, y es un símbolo "no sólo del pueblo judío, sino de todos los hombres del mundo que han sufrido persecución por motivos de raza, etnia, religión o ideología política", concluyó la delegada de Medio Ambiente.