Responsables israelíes dijeron antes de la reunión que estudiarían formas de relajar los criterios para liberar a prisioneros palestinos, dentro de los esfuerzos para un acuerdo de intercambio con Hamás por el soldado israelí Gilad Shalit.
El viceministro de Defensa israelí, Matan Vilnai, dijo a la radio israelí que Marwan Barghuthi, líder de la insurrección palestina de Al Fatah considerado posible sucesor del presidente Mahmud Abas, podía ser uno de los liberados.
Los ayudantes de Abas dijeron que las conversaciones sobre fronteras y el futuro de Jerusalén y de los refugiados palestinos no comenzarían hasta que Israel se comprometiera a cesar su actividad de asentamientos, como exige la «Hoja de ruta».
Este texto pide también a los palestinos que controlen a los extremistas, una obligación que Israel dice que debe cumplirse en la ocupada Cisjordania y en la Franja de Gaza, controlada por Hamás, antes de que pueda nacer el estado palestino.
Hamás tomó el control de Gaza en junio tras expulsar a las fuerzas de Al Fatah de Abas.
La primera ronda de conversaciones tras la conferencia de Annapolis comenzó con desacuerdos el 12 de diciembre, cuando Abas pidió que Israel retirara sus planes para construir unos 300 apartamentos en una zona cercana a Jerusalén que los israelíes conocen como Har Homa y los palestinos como Abu Ghneim.
La víspera de la segunda ronda de negociaciones del lunes, el Ministerio de Construcción israelí anunció una propuesta para construir 740 nuevas viviendas el próximo año en tierras ocupadas cerca de Jerusalén.
Abas dijo que no podía entender por qué Israel estaba «llevando a cabo una actividad de asentamientos frenética durante las negociaciones de un estatus final».
El primer ministro palestino, Salam Fayad, dijo que los planes de asentamientos «saboteaban los esfuerzos negociadores».
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Arye Mekel, señaló que esperaban «que fuera posible avanzar» el lunes, pese a las disputas.
Los palestinos acusan a Israel de ignorar las peticiones explícitas de la Hoja de ruta de frenar toda actividad de asentamientos, incluido el llamado «crecimiento natural».
El portavoz del primer ministro Ehud Olmert, Mark Regev, indicó que Israel cumpliría con sus obligaciones no permitiendo un «crecimiento hacia afuera» de los actuales asentamientos, impidiendo la construcción de nuevos y no confiscando más territorio palestino.
Sin embargo, permitirá la construcción en el interior de las zonas existentes.
Abas tiene previsto encontrarse con Olmert el martes en una nueva etapa de la conferencia de Annapolis del mes pasado, en la que ambos acordaron alcanzar un acuerdo que lleve a la creación de un estado palestino antes de que el presidente estadounidense, George W. Bush, abandone la Casa Blanca en enero de 2008.
/Por Adam Entous/