Según informa el diario israelí ‘Haaretz’, la reunión fue calificada de «muy sensible» y los ministros que asistieron al encuentro lo hicieron desprovistos de su teléfono móvil que tuvieron de dejar fuera del despacho.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, explicó que como en sesiones anteriores el objetivo de estas reuniones es que Israel se prepare para «la posibilidad de un error de cálculo» de Siria, dijo, sobre las intenciones reales de Israel –que no tiene intención de atacar a Siria, según Olmert–. Dicho error de cálculo podría provocar un conflicto abierto entre Damasco y Tel Aviv «y no porque (Israel) posea información nueva sobre una alteración de la actividad siria» en su frontera común.
En este sentido, abordaron la necesidad de reforzar la seguridad en lugares considerados posibles objetivos de Siria, así como el nivel de preparación del Ejército sirio, en cuanto a capacidades y arsenal, para afrontar un posible conflicto abierto.
La mayor parte de los ministros que integran el gabinete de emergencia asistieron al encuentro, entre ellos, Olmert, Tzipi Livni, Ehud Barak, Haim Ramon, Avigdor Lieberman, Eli Yishai, Rafi Eitan, Avi Dichter, Shaul Mofaz, Benjamin Ben-Eliezer y Daniel Friedmann.
En la reunión que dicho gabinete mantuvo hace tres semanas, representantes del Ejército aseguraron que «Siria no tiene intención de atacar a Israel», sin embargo, en la última reunión, el responsable del departamento de investigación de la Inteligencia Militar, el general Yossi Baidatz, aseguró que el presidente de Siria, Bachar el Assad, «está preparando al Ejército sirio para la posibilidad de un conflicto con Israel, aunque, por otra parte, no descarta la posibilidad de alcanzar un acuerdo político con Israel».