La manifestación, autorizada por la policía, se prolongó cuatro horas y durante ella los organizadores ‘maldijeron’ a aquellos que se aprontan a desfilar el jueves.
Jóvenes judíos incendiaron dos contenedores de basura y neumáticos, además de lanzar piedras contra las fuerzas del orden, lo que generó enfrentamientos. La policía dispersó a los manifestantes con cañones de agua.
Los judíos ultra ortodoxos consideran la marcha de los homosexuales como una ‘atrocidad’ y han colgado carteles en Jerusalén en los que llaman a protestar contra el ‘Orgullo Gay’, con el eslogan ‘Dios odia el exceso’.
En 2006, la manifestación de homosexuales en las calles de Jerusalén, ciudad santa de tres religiones monoteístas, fue anulada debido a las protestas de miles de judíos ultra ortodoxos, que la consideran una ‘afrenta al carácter sacro de la ciudad santa’.
Una asamblea de homosexuales tuvo lugar en noviembre en un estadio de Jerusalén, en sustitución del Orgullo Pride.
Durante la marcha de homosexuales de 2005, un judío ultra ortodoxo apuñaló a tres participantes, por lo que fue condenado a 12 años de cárcel.