Itongadol.- Los miembros de la minoría árabe de Israel temen llevarse la peor parte de la reforma judicial del gobierno de extrema derecha, pero han permanecido en gran medida al margen del encarnizado debate sobre los cambios radicales.
Los israelíes se han manifestado semanalmente desde que la coalición gobernante del primer ministro Benjamín Netanyahu anunció en enero el controvertido paquete legislativo, calificado de «el peor de la historia» por Samira Kanaan Khalaylah, de 57 años, que vive en la ciudad árabe septentrional de Majd al-Krum.
Los ciudadanos árabes o palestinos de Israel, que constituyen alrededor del 20% de la población, ya están «al margen» de la sociedad y la política, afirmó Khalaylah, secretaria de una escuela.
Las medidas de la coalición -que incluye líderes de extrema derecha con un historial de retórica antiárabe- para restringir la supervisión judicial de las decisiones del gobierno y debilitar a los organismos de control «serán muy malas para nosotros», afirmó.
Los manifestantes han organizado manifestaciones masivas contra la agenda legislativa del gobierno, que consideran una amenaza para la democracia.
Pero los árabes han estado en gran medida ausentes de estas concentraciones, a menudo cargadas de banderas israelíes que algunos consideran alienantes.
Han organizado sus propias concentraciones pidiendo igualdad.
Aunque los manifestantes contra la ocupación han aparecido habitualmente en las concentraciones de todo el país, y numerosos oradores han abordado la cuestión, el movimiento de protesta más amplio ha estado encabezado por activistas y reservistas del ejército poco dispuestos a destacar mensajes relacionados con la difícil situación de la minoría árabe o de los palestinos, por temor a que ello perjudique su causa a los ojos de la mayoría judía de Israel.
En la ciudad septentrional de Haifa, los manifestantes árabes se han reunido en número relativamente pequeño, portando pancartas contra la revisión legal y exigiendo derechos.
Yousef Jabareen, abogado y ex miembro de la Knesset, declaró a la AFP que las propuestas podrían otorgar al gobierno «poderes autoritarios» que amenazan a los ciudadanos árabes y a sus representantes electos.
Con una supervisión limitada, «la derecha tendrá… poderes más amplios», afirmó Jabareen.