El ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, de visita en la localidad de Eilat, escenario ayer de un atentado suicida, ha prometido hoy reforzar la seguridad a lo largo de la frontera entre Israel y Egipto, por donde se sospecha se introdujo el autor del ataque.
Peretz se desplazó hoy al lugar del atentado, donde ayer perdieron la vida tres israelíes en el primer ataque suicida cometido por un palestino en Eilat, la ciudad más meridional de Israel y uno de los principales centros turísticos del país, situada a orillas del Mar Rojo, y fronteriza con Egipto y Jordania.
Allí prometió aumentar las medidas de seguridad en la frontera con Egipto para impedir que se produzcan actos similares al de ayer.
‘Incrementaremos la actividad en la frontera y en las carreteras, reforzaremos las operaciones en las rutas y estudiaremos todas las medidas vigentes en la actualidad a fin de lidiar con las amenazas actuales y poder atacar la infraestructura terrorista’, afirmó Peretz durante su visita.
El titular de Defensa prometió actuar de forma ‘decisiva’ contra lo que describió como ‘una acción muy seria’, al referirse al atentado suicida, el primero desde que israelíes y palestinos alcanzaron un alto el fuego el 26 de noviembre pasado y el primero también en nueve meses.
Preguntado sobre las medidas que piensa tomar el Gobierno para impedir ataques en el sur de Israel, Peretz respondió que ‘las iniciativas están en nuestras manos y no tenemos ninguna intención de dar a conocer detalles específicos. Tenemos que proteger al pueblo de Israel y los lugares turísticos del país’.
El ministro de Turismo israelí, Isaac Herzog, acompañó a Peretz en su periplo por la ciudad y ambos tienen previsto reunirse hoy con el alcalde de Eilat, Meir Yithak Halevi.
Las tres víctimas mortales del ataque de ayer, residentes todos de Eilat, Michael Ben Sadon, de 27 años; Emil Almaliach, de 32, e Israel Samoliya, de 26, serán enterrados hoy en distintos cementerios del país.
Destacadas fuentes militares y algunos responsables de la seguridad israelí se lamentaron ayer tras el atentado de que la frontera con Egipto, de donde Israel sospecha se infiltró el terrorista suicida, no está bien protegida pese a los planes que se propusieron en el pasado.
No obstante, las fuentes militares -citadas por la prensa israelí- reconocieron que el principal problema son las trabas presupuestarias para desarrollar un plan.
Hace más de un año el Ejercito formuló una iniciativa, denominada ‘Reloj de arena’, que proponía la construcción de una verja electrónica en la frontera con Egipto (de unos 150 kilómetros) que debía ser controlada por medio de puestos de observación.
El coste estimado del proyecto de 3.000 millones de shékels (más de 547 millones de euros).
Sin embargo, el gobierno invirtió sólo 100 millones de shékels (18.25 millones de euros), lo que se tradujo en la práctica en medidas temporales y soluciones puntuales al problema de la infiltración de personas a través de la frontera.
Así, ese límite territorial ha sido empleado en los últimos años por contrabandistas de drogas, tabaco y armas, y las fuerzas de seguridad sospechan que también por el atacante suicida de ayer.