El Ejército Islámico, una de las tres facciones armadas que asumieron la autoría de la captura del soldado Guilad Shalit el pasado verano, ha expresado en un comunicado difundido en la franja de Gaza que sólo Hamás mantiene retenido al militar israelí.
La octavilla, distribuida ayer en ese territorio palestino, se contradice con los anuncios hechos previamente por la organización, que hasta la fecha afirmaba que los tres grupos -el Ejército Islámico, el brazo armado de Hamás y los Comités Populares de la Resistencia- mantenían cautivo a Shalit.
El Ejército Islámico, que amenazó ayer en otra nota con matar al soldado israelí si Israel no cumplía las exigencias de liberar a presos palestinos, está liderado por Mumtaz Dormush, un miliciano que abandonó Hamás después de que miembros de ese grupo mataran a dos de sus familiares.
Fuentes en la ciudad de Gaza dijeron a Efe que presumiblemente el comunicado responde a una pugna entre el Ejército Islámico y Hamás motivada por rencillas domésticas.
De momento, se ignora si ese panfleto propagandístico es auténtico, aunque ningún portavoz del Ejército Islámico ha desmentido este punto.
El comunicado también critica duramente a Hamás por haber empleado la cuestión de Shalit como arma política en lugar de instrumento para lograr la liberación de prisioneros palestinos por parte de Israel.
Entretanto, las conversaciones en Damasco para conformar un gobierno de unidad nacional palestino concluyeron sin resultados, revelaron fuentes palestinas al diario ‘Haaretz’.
En los contactos intervinieron destacados miembros de Hamás y dos mediadores palestinos, Mohamed Rashid, quien fue asesor económico de Yaser Arafat, y el diputado Ziad abú Amar, ambos del grupo Al Fatah.
Aparentemente -agrega el rotativo- las conversaciones llegaron a un punto muerto sobre las cuestiones de qué poderes otorgará el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, al próximo primer ministro en la carta de designación, así como quién estará al frente de la cartera del Interior.