AJN/Itongadol.- El jefe de la Oficina de Enlace de Marruecos en Israel, Abed al-Rahim Byoud, llegó a Israel el martes por la tarde, marcando la reanudación oficial de las relaciones diplomáticas entre Jerusalem y Rabat, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.
El canciller Gabi Ashkenazi se reunió con el representante marroquí a su llegada y le deseó suerte en su importante misión de desarrollar la colaboración entre los países.
El diplomático marroquí señaló que estaba muy feliz de saber de su nombramiento en Israel y espera poder trabajar allí.
La oficina de enlace israelí con Marruecos reabrió hace dos semanas, 20 años después de su cierre, con la llegada del embajador David Govrin a Rabat.
“Esta es una prueba viviente de los cambios en la región y de la cálida paz entre nosotros y los países de la región”, dijo.
Govrin se desempeña como jefe de la Oficina de Enlace de Israel en Marruecos, que se abrió anteriormente en 1994 y se cerró seis años después, durante la Segunda Intifada.
Marruecos tenía una oficina en Tel Aviv en ese momento, que acaba de reabrir.
Israel y Marruecos planean avanzar hacia relaciones diplomáticas plenas en el marco de los Acuerdos de Abraham, acuerdos de paz y normalización entre Israel y Estados árabes negociados por la administración Trump.
Govrin, ex embajador en Egipto, planea trabajar para promover el diálogo diplomático entre los países, así como el turismo, los intercambios culturales y económicos.
Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, se dirigió a sus homólogos de la Liga Árabe para explicar las razones por las que el país africano decidiera normalizar sus relaciones con Israel. Durante una videoconferencia con todos los miembros dijo que su país opina que «la acción común árabe necesita una nueva dinámica y la diplomacia es el camino a seguir con Israel».
Bourita recordó que su rey, Mohamed VI, preside el Comité de Jerusalem en la Liga Árabe, y subrayó el compromiso de su país con la diplomacia y con una solución de dos Estados para el conflicto israelo-palestino.
Dos miembros de la Liga Árabe, Egipto y Jordania, firmaron un acuerdo de paz con Israel mucho antes que el reino del norte de África.
El presidente del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, Meir Ben-Shabbat, habló por teléfono con el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, a fines de enero, y ambos acordaron enviar delegaciones a sus respectivos países en febrero para impulsar su reciente acuerdo de normalización.
Una delegación marroquí de alto nivel visitará Israel a finales de mes, mientras que una delegación israelí encabezada por Ben-Shabbat visitará Marruecos también en algún momento de febrero, en función de la situación del virus en cada país, informó la Oficina del Primer Ministro en un comunicado.
Ben-Shabbat y Bourita también acordaron establecer «grupos de trabajo conjuntos» para promover la cooperación entre los dos países en diversos ámbitos, como las inversiones, el transporte, el agua, el medio ambiente, la energía y el turismo. Debido a la pandemia, esos grupos se reunirán de forma virtual, dijo la oficina de Netanyahu.
Los dos líderes «discutieron el gran potencial» que presenta el acuerdo de normalización de sus países «que beneficiará no sólo a Marruecos e Israel, sino a toda la región», añadió el comunicado.
Marruecos se convirtió en 2020 en el tercer estado árabe en normalizar los lazos con Israel en virtud de acuerdos negociados por Estados Unidos, uniéndose a los Emiratos Árabes Unidos y a Bahréin. A cambio, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió un objetivo de décadas de Marruecos al respaldar su disputada soberanía en el Sahara Occidental, lo que Rabat denomina sus «provincias del sur.» Más tarde, Sudán anunció que se uniría a los lazos con Israel.
Inicialmente, Marruecos e Israel mantendrán oficinas de enlace en los países del otro, pero planean establecer embajadas completas en el futuro.
Marruecos alberga la mayor comunidad judía del norte de África, que ha estado allí desde la antigüedad y creció con la llegada de los judíos expulsados de España por los reyes católicos a partir de 1492. Llegó a tener unos 250.000 a finales de la década de 1940, el 10% de la población nacional, pero muchos judíos se marcharon tras la creación de Israel en 1948, muchos de ellos huyendo de las hostilidades locales dirigidas contra ellos por el establecimiento del estado judío.
En Marruecos quedan unos 3.000 judíos, y la comunidad de Casablanca es una de las más activas del país. En Israel, por su parte, viven 700.000 judíos de origen marroquí.