¿En que piensa usted cuando le dicen que no piense en un elefante? Pues, en un elefante por supuesto. Más aún, si le repiten que por favor no piense en eso, usted sigue pensando en el bendito elefante a la vez que se pregunta ¿por qué será que este tipo no quiere que yo piense en el elefante?
Algo similar me pasó en estos días con lo que se dijo en Venezolana de Televisión (VTV) el canal de estado. Concretamente lo escuché en el programa La Hojilla trasmitido la semana pasada el día martes, 7 de Marzo.
En ese programa –que solo lo veo para constatar en lo que se pueden convertir los intolerantes cuando llegan al poder- estaban acusando a un grupo de representantes de la oposición de traidores, antirrevolucionarios y aliados del «imperio» norteamericano, por estar supuestamente vinculados al movimiento secesioncita del Estado Zulia. Mario Silva (el conductor de programa) conversaba con el conocido defensor de la causa Chavista, el abogado constitucionalista, Carlos Escarrá. Pues bien, Luego de esa larga lista de supuestos traidores a la patria que ya es costumbre revolucionaria en ese programa, mencionaron, como parte de ese mismo movimiento secesionista, a una fundación dedicada a fortalecer los valores éticos de la sociedad denominada Conciencia Activa. Transcribo parte del diálogo:
Mario Silva (conductor de programa) dice: «Quienes apoyan también este movimiento de la secesión (del estado Zulia) y después no vayan a decir de nuevo que yo soy antisemita ni nada de esas cosas, pero las cosas hay que ponerlas encima de la mesa tal cual como están, Conciencia Activa…Presidente, Pynchas Brener; Amram Cohén vicepresidente; Gustavo Arnstein, secretario general; Priscilla Abecasis, directora ejecutiva…y luego no digan», dijo Silva refiriéndose al obvio origen judío de los apellidos.
«Ahora ve, Consejo Consultivo está por supuesto el rabino Pynchas Brener. Vuelvo a repetir, no vayan a poner mañana y vayan a salir corriendo a decir no que en «La Hojilla» son antisemitas, nada de eso…»
¿Que no digamos qué cosa señor Silva? ¡Esta usted como el cuento del elefante! Si usted está diciéndolo todo. No hay nada más clásico en el antisemitismo que el caso Dreyfus, donde acusaron de traición a la patria a un oficial del ejército francés por ser judío. Entonces, ¿que conexión está haciendo usted? ¿Quiere deslegitimar a todo aquel que no piense como usted con acusaciones de traición a la patria mezcladas con odio social y xenofobia? Por cierto ese apellido Silva… Mmmm ¿de donde es? Según el buscador virtual de orígenes de apellido www.pergaminovirtual.com ese apellido suyo de indio Caribe, no tiene nada. De hecho, dicen que «entroncan con casi todas las casas nobles de España» ¡y que por cierto a lo mejor uno de sus antepasados fue el Conde don Pelayo Silva quien vivió en el siglo X. Le digo, si yo fuera usted, no me estaría burlando del apellido de nadie porque usted del indio Guaicaipuro como que no le viene nada. Así que cuando se instalen los tribunales de la pureza autóctona, a los que usted está invocando con esas expresiones xenofóbicas – a escrutarnos el árbol genealógico de todos, creo que puede terminar sentado al lado del rabino Pinchas Brener o al lado mío quizás. Yo soy Jatar del Libano, Alonso de Cuba, Dotti de Italia, Mendez de España y mis hijos son Hausmann de Alemania y Goldfarb de Bélgica. ¿Y sabe usted lo que tienen en común mis abuelos y los de mis hijos? Que se encontraron todos aquí, en esta patria generosa y lucharon aquí toda su vida. Unos, huyendo a la guerra, otros al Comunismo… de Cuba por cierto, otros dejando atrás el horror del Nazismo, del Fascismo y el antisemitismo, pero todos por igual nos enseñaron que esta era su patria, nuestra patria.
Usted puede hacer el tipo de acusaciones que hace contra algunos ciudadanos venezolanos porque ni la ley RESORTE ni el nuevo código penal se aplican a quienes hablan a favor del régimen en el canal del estado. Pero que quede claro, cuando usted mezcla acusaciones falsas con xenofobia y burla está usted realizando la verdadera traición a esta patria y a sus valores mas dignos.
Por: Ana Julia Jatar
Diario El Nacional (Venezuela)