Itongadol.- Más de 2.000 atletas judíos de 42 países y miles de espectadores se reunieron en un estadio en la capital húngara para la apertura de los 15º Juegos Macabeos Europeos.
Con 180 atletas, Israel envió su mayor delegación a la ceremonia de inauguración del evento del martes.
Los juegos de este año incluyen 20 categorías, que incluyen natación, ajedrez, esgrima, fútbol y boxeo, entre otras.
Fue la primera vez desde los primeros Juegos Europeos de 1929 en Praga que Europa Central organiza el evento.
Estados Unidos no se quedó atrás con cerca de 150 atletas, seguido de Francia, Sudáfrica y Alemania. Entre las delegaciones más pequeñas, con menos de 10 atletas, estaba la del norte de Macedonia, donde los nazis mataron a más del 98 por ciento de la comunidad judía. Andorra, un pequeño principado que limita con España, envió dos atletas, al igual que Polonia.
Por su parte, Argentina participa con una delegación de más de 100 personas.
Entre los invitados VIP que asistieron, se encontraban el presidente húngaro, Janos Ader; el ministro de Absorción de Inmigrantes de Israel, Yoav Galant; y el presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder.
Después de izar la bandera húngara y cantar el himno del país, la multitud se unió al canto del himno nacional israelí, el Hatikva.
Después de la entrada de las delegaciones, una de las mejores ajedrecistas del mundo, Judit Polgar, encendió la llama ceremonial de los Juegos. Polgar es descendiente de sobrevivientes del Holocausto y es la mujer con la clasificación más alta del ajedrez mundial, ha vencido a 11 campeones mundiales, incluido Garry Kasparov.
«Lo especial de los juegos de Maccabi es que la participación es importante, no sólo ganar», escribió Polgar, en un comunicado antes de la apertura.
Agnes Keleti, una gimnasta israelí nacida en Hungría de 98 años que ganó 10 medallas olímpicas, incluidas cinco medallas de oro, también asistió a la ceremonia y encendió la antorcha junto a Polgar.
Por su parte, Motti Tichauer, presidente de la Confederación Europea de Maccabi, abordó en su discurso las dos principales amenazas que enfrentan los judíos europeos. Sobre el extremismo de derecha, dijo: «Nuestras sociedades no tienen lugar para el fascismo y el racismo». Y sobre el fundamentalismo islámico, dijo: «Quien venga a nuestro continente debe respetar nuestros valores», según publicó The Jerusalem Post.
Durante el evento, un rabino recitó la oración de luto, mencionando a los atletas judíos que fueron asesinados en el Holocausto, entre otras víctimas.
También expresó: «Que todos nosotros estamos aquí ahora es una prueba de la continuidad judía en Europa, somos símbolo de que el pueblo de Israel vive y prospera».