Inicio MUNDO JUDIO Presidente de Maccabi Mundial: “Veo bastante preocupado el creciente antisemitismo”

Presidente de Maccabi Mundial: “Veo bastante preocupado el creciente antisemitismo”

Por Gustavo Beron
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Itongadol.- El presidente de la Unión Maccabi Mundial, Jack Terpins, mantuvo una entrevista con ItonGadol en la que repasó los logros y desafíos que tiene la institución macabea. Destacó la fortaleza del movimiento en la región y señaló: “El problema que más me preocupa hoy en día es divulgar a Maccabi en Europa y Estados Unidos. En América Latina es muy conocido”.

Además, resaltó la preocupación por el aumento del antisemitismo en todo el mundo.

-¿Cómo ve al mundo judío en general, habiendo sido usted presidente del Congreso Judío?

-Yo jugaba al básquet en un club tradicional de San Pablo y ahí llegaron las macabeadas mundiales de 1969. Nos llamaron a mí y a mi hermano gemelo. Quien nos llevó para jugar fue el fallecido Marcelo Schneider  y a partir de eso creamos un equipo en Hebraica y jugamos el campeonato brasileño representando a Hebraica. De ahí quedé como director de básquet de Hebraica y fui subiendo hasta llegar a ser presidente de Hebraica, presidente de la congregación Macabi, de Macabi Latinoamericano, presidente de Maccabi Mundial, director del Congreso Judío Latinoamericano y vicepresidente del Congreso Judío Mundial. Al mundo judío lo veo bastante preocupado con el creciente antisemitismo que tenemos en el mundo. No es un problema de un país o dos, es de todos. Hoy el mundo entero está antisemita. Es muy preocupante.

-¿Qué diferencia tiene el antisemitismo que estamos viendo hoy al de épocas pasadas?

-El antisemitismo hoy tiene un agravante muy fuerte, que es la cibernética, las computadoras. Hoy la comunicación a través de computadoras es muy rápida, muy eficiente. Así como influencia las elecciones de un país, influencia el antisemitismo.

-Estamos viendo antisemitismo en Europa, y no en Latinoamérica de una manera tan furiosa. ¿Es optimista respecto a que el antisemitismo no llegue con tal fuerza a Latinoamérica?

-Creo que ya existe. Por ejemplo, en Sorocaba, que es una ciudad cerca de San Pablo, hay esvásticas en los restaurantes, las ropas de las personas, está muy divulgado ya el antisemitismo en Brasil. Hubo un ministro que ya habló de antisemitismo y fue echado por el Presidente. En Argentina es más común, Latinoamérica siempre fue un reducto de nazis después de la Segunda Guerra Mundial, un lugar de refugio para ellos.

-Hoy ocupa la presidencia en Maccabi Mundial, una organización muy comprometida con la educación fundamentalmente. Desde ese rol, ¿cómo ve a la organización en la región y en el mundo?

-Macabi siempre fue una institución muy importante en lo que se refiere a la educación judía. A través del deporte es mucho más suave y sencillo convencer a un joven de que se una al movimiento. Es mucho más fácil que obligarlo a ir a la sinagoga u otro tipo de cosas. Es como un dulce que les ofrecemos a los jóvenes. Hoy existe una institución muy grande también, que es Taglit, y que está trabajando en ese sentido, mostrando el lado positivo para la juventud de lo que es el judaísmo. Están trabajando muy bien con eso. El problema que más me preocupa hoy en día es divulgar el movimiento de Macabi en Europa y Estados Unidos. En América Latina es muy conocido, especialmente en Argentina, Brasil, Chile y México. Pero hay otros países de Europa que ni saben lo que es una macabeada, lo que es Maccabi, no conocen ni tienen contacto.

-¿Es un gran desafío?

-Es un desafío muy grande, hay que invertir mucho dinero. Estamos buscando agencias de publicidad aquí en Brasil y en EEUU para ver cómo hacemos para difundir y darle publicidad a todo esto.

-Esto recuerda a cuando Maccabi Mundial hizo una Macabeada en Berlín, ¿qué piensa de eso? Más allá de que tiene ciertas críticas sobre la presencia de Macabi en Europa.

-Estuvimos en Hungría, que es el país, para mí, más antisemita de Europa. Cuando estuve con el Congreso Mundial en Hungría nos recibieron con un cartel que decía «judíos, váyanse, Hungría no está a la venta». Fue muy difícil. Sentí que hay una libertad muy grande para ese tipo de expresiones, que no hay castigo.

-Latinoamérica tiene una enorme presencia en la última cadencia de Maccabi Mundial. ¿Qué significa esta presencia de los referentes de Macabi en Latinoamérica?

-Para ser sincero, el que me llevó para ser presidente de Maccabi fue Oscar Jaroslavsky. Yo no sé si fue un premio o un castigo (risas), hay mucho trabajo y hay mucho por delante. Estamos buscando un buen camino y estamos tratando de ver qué hacemos con Maccabi. Es mucho más fácil trabajar en una institución que existe ya hace muchos años, como es el caso del Congreso Judío Mundial, que Maccabi. Yo hacía chistes en Brasil, sobre que es como una escuela de zamba: hay que esperar al carnaval para trabajar.

-¿Cuáles fueron los logros hasta ahora?

-A mi entender, la última macabeada es siempre la más grande y la más importante porque siempre existe un avance. Estuve hace poco en Hungría para los juegos macabeos europeos y una de las cosas que más me sensibilizó en mi vida fue ver el encuentro en la gran sinagoga de Budapest, donde habían tres mil atletas cantando HaTikva en un país que es de los más antisemitas de Europa.

-¿Cuál es la importancia de que un dirigente como usted, hoy presidente de Maccabi, haya tenido la experiencia de haber presidido el Congreso Judío?

-Los protagonistas en América Latina son básicamente siempre los mismos, porque son en definitiva los mismos dirigentes comunitarios los que trabajan en Maccabi, en Hebraica y en el CJM. Pero hacen un trabajo excelente y vamos conociendo nuevos campos de trabajo, tanto yo como mis antecesores. Vamos tratando de ir aplicándolos, tanto en Maccabi como en el Congreso.

-¿Cuál es su mensaje para los líderes judíos del mundo o de Latinoamérica?

-Seamos fuertes y valientes. Jazak Veematz.

Traducción: Valeria Belinky

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