Itongadol.- El proyecto de juicio en ausencia motorizado por la Casa Rosada y que está a punto de presentarse en el Congreso no sólo divide en dos a los especialistas en derecho. La clase política, las entidades de la comunidad judía y hasta los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA, por el que se encuentran acusados cinco ex funcionarios iraníes que podrían ser juzgados sin estar presentes para escuchar sus posibles condenas.
"Hay casos que originan nuevos debates y éste es uno de ellos, como lo fueron los juicios a las juntas luego de la dictadura militar", afirmó a LA NACION el titular de la UFI-AMIA, Mario Cimadevilla.
En su despacho, en el que sobresalen imágenes del ex presidente Raúl Alfonsín durante su gestión en la Casa Rosada, el titular de la unidad dedicada a la investigación del atentado a la mutual judía repasa casos que, a su juicio, le dan la razón a su polémica iniciativa, que en conjunto con el ministro de Justicia, Germán Garavano, llegó horas atrás al despacho del presidente Mauricio Macri. "Quienes iniciaron los llamados Juicios de la Verdad para juzgar crímenes cometidos por la dictadura sabían que no iba a haber una condena efectiva. Pero al igual que en el caso de la AMIA, el país y las víctimas tienen derecho a saber qué pasó", dice el funcionario chubutense.
"El juez [Rodolfo] Canicoba Corral los ha citado más de quince veces [a los iraníes], y no han siquiera contestado. Es más: las respuestas son en tono agresivo. Es hora para nosotros de tomar la iniciativa", agregó Cimadevilla.
La ronda de consultas del titular de la UFI-AMIA en las últimas semanas fue incesante, e incluyó a las universidades nacionales (la de Bahía Blanca colaboró de manera directa con el proyecto) y a legisladores oficialistas y opositores, como los senadores peronistas Miguel Pichetto (FPV-Río Negro) y Mario País (FPV-Chubut).
Cerca de Pichetto, jefe del bloque peronista, confirmaron los contactos con Cimadevilla y afirmaron que se está estudiando la "mejor manera" de viabilizar una iniciativa similar en el Congreso, ya que el juicio en ausencia "no tiene precedentes en el sistema jurídico argentino".
Como era de esperar, el proyecto conmueve a las entidades centrales de la comunidad judía y los grupos en los que se agrupan los familiares de las víctimas del ataque terrorista, con posiciones contrapuestas sobre el asunto.
Sabedor de las críticas que despierta su iniciativa para juzgar en ausencia a los iraníes buscados por Interpol, Cimadevilla habla de "remover los escollos para que la verdad salga a la luz. Serán los jueces quienes en definitiva definan si son culpables o no", afirmó.
Por consejo de varios de sus interlocutores, incluyó en el texto que recibirá el Congreso una "segunda oportunidad" para los ex funcionarios del régimen de Teherán que quieran, luego de ser eventualmente condenados de forma simbólica, presentarse ante la justicia argentina. "El proyecto establece que se podrá revisar la condena si el acusado se presenta luego de dictada la sentencia", afirmó el ex senador radical.
Las entidades comunitarias y los familiares más cercanos a la AMIA y la DAIA en los últimos años ya adelantaron su apoyo. "Lo vemos como positivo; tal vez no sea la herramienta suficiente y no sea suficiente para conformar a todos, pero es la única para poder seguir adelante en la búsqueda de justicia", afirmó el presidente de la DAIA, Ariel Coen Sabban. La DAIA viene proponiendo la realización de estos juicios desde hace más de dos años.
Alternativas
Luis Czyzewski, que perdió a su hija Paola en el atentado de julio de 1994, también apoya los juicios en ausencia contra el ex secretario de Cultura de la embajada iraní en Buenos Aires Mohsen Rabbani, el ex ministro de Defensa de Irán Ahmad Vahidi y el resto de los acusados por su participación en la organización de aquel ataque, en el que perdieron la vida 85 personas y más de 300 resultaron heridas.
"No soy abogado, pero en términos humanos me pregunto ¿hubiese sido lógico que no se juzgara a los nazis que se escaparon de los juicios de Nuremberg?", dijo Czyzewski. En un diálogo imaginario con otros familiares, como Memoria Activa y Apemia, de Laura Ginsberg, que se oponen a la iniciativa, les preguntó: "¿Alguno de ellos criticaría el juicio en ausencia que Francia le hizo a [Alfredo] Astiz? No puede tener más privilegios el que se escapa que sus víctimas", concluyó.
Los argumentos del Gobierno, apoyados por las entidades centrales de la comunidad y legisladores que tienen presentados proyectos en el mismo sentido, no convencen a los integrantes de otros grupos de familiares, como Memoria Activa (se lo plantearon a Cimadevilla en marzo) y 18J, que apoyaron el Memorándum de Entendimiento con Irán firmado por el kirchnerismo. Tampoco a Apemia, que insiste (e insistirá mañana en una conferencia de prensa en el Congreso) en la conformación de una comisión investigadora independiente para juzgar a los responsables del atentado, como se lo dijo personalmente su líder, Laura Ginsberg, a Cimadevilla semanas atrás en una reunión privada.
En los próximos días, el proyecto de ley de juicio en ausencia sería firmado por el Presidente y llegaría al Congreso. Allí comenzará, sin dudas, un nuevo y acalorado debate.
Voces encontradas
A favor
El proyecto de juicio en ausencia impulsado por la Casa Rosada motivó el apoyo de la dirigencia comunitaria, representada en la AMIA y la DAIA. El sector de familiares que encabezan Luis Czyzewski y Sofía Guterman también se manifestó en favor de juzgar y condenar a los ex funcionarios iraníes
En contra
La iniciativa impulsada por el Ministerio de Justicia y la UFI-AMIA es duramente cuestionada por organizaciones de familiares de las víctimas, como Memoria Activa, Apemia y 18J. Desde esas organizaciones aseguran que la medida se opone a los cambios en el Código Procesal Penal