Itongadol.- Un total de 36 lápidas fueron destruidas en el cementerio judío Hasköy en Estambul, Turquía, en un acto de vandalismo, según la cuenta oficial de la comunidad judía.
Según el informe, el hecho ocurrió el jueves a la medianoche y las autoridades correspondientes han sido informadas.
Ibrahim Kalin, un portavoz del presidente de Turquía, condenó el vandalismo en el cementerio judío, calificándolo de «ataque atroz».
«Nunca permitiremos que aquellos que atacan los valores sagrados intenten sembrar semillas de conflicto y enemistad en nuestra sociedad», agregó Kalin.
El rabino asquenazí de Turquía, el rabino Mendy Chitrik, declaró el viernes a The Jerusalem Post que estaba seguro de que «la comunidad judía de Turquía, encabezada por el rabino jefe Hakham Bashi, el rabino Ishak Haleva, junto con las autoridades turcas, tratarán el asunto de la mejor manera y se asegurarán de que estos casos no vuelvan a ocurrir».
Chitrik explicó que el cementerio en cuestión tiene 600 años y está situado en el centro de Estambul, con una autopista principal que lo atraviesa y pasa por encima.
Según el sitio web oficial de la comunidad judía turca, Hasköy es uno de los distritos más antiguos en los que vivían los judíos y en él se encuentra uno de los cementerios judíos más antiguos aún en uso. A lo largo de los muchos siglos que el cementerio de Hasköy ha estado en uso, el tamaño del recinto funerario se ha reducido considerablemente, en parte debido a los terremotos y en parte a las intrusiones destructivas de particulares y autoridades oficiales.
La organización de la comunidad judía explicó en su página web que, gracias a la cooperación con la policía local, han podido organizar «una patrulla policial constante que permite además mantener un vigilante día y noche».
«Actualmente la población local no puede pasar por el cementerio y utilizarlo como atajo; gracias a la presencia de los vigilantes, la gente no puede cavar la tierra para buscar tesoros y la intrusión en el cementerio por diferentes motivos ha disminuido».
Sin embargo, probablemente esto no sea suficiente, añade el comunicado de la página web, que dice que «a pesar de todas estas medidas, nuestro vigilante sufre constantes abusos verbales por parte de los lugareños y nuestros perros son continuamente atacados con la intención de mutilar o matar».