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Mariano Caucino: “El problema con el ingreso a BRICS no es ideológico sino de oportunidad”

Por Iton Gadol
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A propósito de la controversia en torno al ingreso de Argentina a los BRICS, NOTIAR consultó al analista de política internacional y ex embajador en Israel Mariano Caucino.

El anuncio del ingreso a los BRICS ha despertado una controversia en nuestro país. ¿Qué puede decirnos al respecto?Aquí lo que es importante es señalar que no se trata de una cuestión ideológica o filosófica sino una cuestión que tiene que ver con el interés nacional argentino y el sentido de la oportunidad.

Hay por lo menos tres razones que indican que esta oportunidad para el ingreso a los BRICS no es la más propicia. Primero, estamos en medio de un proceso electoral en el que más del 70 por ciento del electorado repudió al gobierno actual.

A la vez, los dos principales candidatos opositores han dicho que se oponen a dicha incorporación.  Un gobierno saliente debería haber consultado y buscado consenso antes de tomar una decisión de esa magnitud.

La segunda razón tiene que ver con el hecho de que el ingreso a BRICS tiene lugar en conjunto con otro grupo de países entre los que se encuentra la República Islámica de Irán. Un país gobernado desde 1979 por una teocracia fundamentalista promotora de una agenda anti-occidental, que promueve la destrucción del Estado de Israel, busca un programa nuclear que compromete la paz y la seguridad internacional y recurre al uso del terrorismo, tal como hemos comprobado en carne propia los argentinos en el pasado reciente.

La tercera razón se deriva del hecho de que -en estas especiales circunstancias- implica asociarnos más activamente con un país observado por un comportamiento internacional inaceptable. Toda vez que la invasión lanzada por la Federación Rusa contra el territorio soberano de Ucrania implica una ruptura del orden internacional basado en el sistema de las Naciones Unidas.

De acuerdo con trascendidos, fue China el país que buscó “ampliar” la membresía de los BRICS, mientras que otros miembros no habrían estado plenamente de acuerdo con ello…

Bueno, hay que tener en cuenta que dentro de los BRICS existe una realidad asimétrica. China explica el dieciocho por ciento del PBI mundial. El país que le sigue dentro del grupo es India, que representa el tres y medio por ciento del PBI global. Mientras que Brasil y Rusia representan aproximadamente el dos por ciento cada uno. Sudáfrica tiene una economía de menor escala y de hecho fue incorporada en su día como forma de dotar de una representatividad geográfica al Africa. Lo que le quiero decir es que es evidente que China tiene un rol decisivo.

¿Qué busca China?

Naturalmente, China busca expandir su influencia global. Es una derivación lógica de un país que en solo 45 años se ha elevado a la categoría de superpotencia económica. Lo que es importante es recordar que ese avance extraordinario se debe al abandono del socialismo, la aplicación de reformas capitalistas y a la incorporación de las reglas de la economía de mercado a partir de la muerte de Chou y Mao en 1976 y la elevación al poder de Deng Xiaoping, que es el creador verdadero de la China moderna. China va a tratar de emplear cada uno de los foros y los mecanismos internacionales para intentar acrecentar su poder global y ello es natural. Lo que sucede es que frente a esa realidad, los países como los nuestros requieren políticas que implican una cierta sofisticación diplomática.

Hay una cierta “izquierda” internacional que insiste en la idea de presentar al grupo de BRICS como una alternativa al G7…

Eso sucede entre algunos que quieren imaginar que el mundo es como ellos quisieran y no como realmente es. En el discurso oficial, los BRICS son presentados como una alternativa diseñada para satisfacer deseos imaginarios de quienes se ilusionan con la definitiva sepultura del orden económico mundial surgido en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial en Bretton Woods. Es decir, sueñan con la decadencia definitiva de los EEUU, algo que no va a ocurrir.

Cristina Kirchner estaba fascinada con los BRICS…

Yo creo que ella quedó muy marcada por la crisis global de 2008, la que en algún punto le permitió hacer una interpretación sobre sus primeros meses en la Presidencia, en medio del conflicto con el campo. En aquel momento, revivir a los BRICS se puso de moda.

Recuerde que la crisis financiera de 2008 tuvo epicentro en los EEUU y entonces muchos reflotaron la idea que había sido planteada en 2001 por un economista de Goldman Sachs (Jim O´Neill) como un grupo de economías emergentes con una decisiva contribución al producto bruto global.

De inmediato, la iniciativa fue presentada como un “contrapeso” a la influencia global norteamericana. Un extremo que se ha profundizado a partir de la creciente rivalidad estratégica entre los los EEUU y China. Hay un dato más.

El propio O´Neill escribió hace pocos días lo que podría ser considerado una suerte de “corolario” a su idea original. O´Neill dijo que en realidad el mecanismo global que debería revitalizarse es el del G20, al que por otra parte la Argentina pertenece gracias a las reformas realizadas en los años 90 por Menem y Cavallo y que es un foro al que ningún presidente argentino le dio la importancia que le otorgó Macri durante su gobierno.

Hay quienes plantean que aquí estamos en presencia de una disputa entre democracias y autocracias en el plano global. ¿Usted lo ve así?

Yo tiendo a pensar que cuando se habla de política internacional lo relevante es el comportamiento internacional de los Estados. El tipo de estructura doméstica de los países no es el dato central de la política internacional. Lo que equivale a sostener, en otras palabras, que el tipo de gobierno -democrático o autocrático- si bien no es enteramente irrelevante, no constituye el eje en torno al cual se dirimen las relaciones en el plano internacional.

¿Qué tipo de política debe tener la Argentina con China?

La mejor posible, por supuesto. China es el segundo socio comercial de la Argentina. Le voy a decir una cosa, durante el gobierno del presidente Macri tuvimos una relación muy positiva con China al mismo tiempo que teníamos una relación muy positiva con los EEUU. Lo que no debemos hacer es olvidar que pertenecemos al hemisferio y la cultura occidental.

Macri entendió que China era central en el mundo actual…

Por supuesto. Macri nombró embajador en Beijing al diplomático más experimentado que tiene la Argentina, Diego Guelar. Le digo algo más, el otro día lo hablábamos con Fulvio Pompeo (secretario de Asuntos Estratégicos durante el gobierno de Macri) Macri tuvo seis encuentros presidenciales con Xi Jinping.

Le hacemos una consulta más. ¿Usted cree que China y los EEUU irán a una guerra por Taiwán?

No lo sé. No tengo una bola de cristal. Esperemos que no. Pero conviene tener presente que la dimensión del tiempo es diferente en las culturas asiáticas que en las occidentales. Recuerde lo que Mao le dijo al presidente Gerald Ford en diciembre de 1975, poco antes de morir, “Nunca se olvide que nosotros, los chinos, podemos esperar cien años”.

Fuente: https://www.notiar.com.ar/

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