Itongadol.- Se conoció la indeclinable decisión de Marcos Cohen, actual vicepresidente 1° de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), de renunciar a su candidatura a liderar la institución de cara a las elecciones de noviembre.
La noticia que sorprendió a propios y extraños, y a estas horas pone en crisis la continuidad del oficialismo en la representación política de la comunidad judeoargentina y podría allanar el camino para un triunfo de su principal rival, Darío Epstein, quien -según sus allegados- ya contaba con los votos necesarios para acceder a ese sillón.
Desde la agrupación de Marcos Cohen (Beiajad) aseguran que el triunfo que ya tenían garantizado, será verá igualmente reflejado con el futuro precandidato.
El desenlace y renuncia es por un hecho grave que afectó a Cohen y que lo llevó a tomar la decisión pese al esfuerzo que varios realizaron, entre ellos rabinos tanto del lado sefaradi como ashkenazi para ayudar en la situación.
No obstante, más allá del shock emocional, en las filas de «Beiajad» (Juntos),todavía no puede creer lo que ocurrió, pero aseguran confiados que tienen la elección ganada y solo resta designar al postulante que lo reemplazará. Hay quienes ven una similitud con lo que ocurre en la AMIA, la otra gran institución judía local: tiempo atrás con el movimiento Avodá y desde 2008 con el ortodoxo Bloque Unido Religioso, BUR, que con la certeza de la victoria que precede a la elección, se aseguran y luego se designa a la persona que conducirá los destinos de la entidad.
Para tratar de entender cómo se llegó a esta situación hay que hacer algo de historia…
Para el oficialismo, Cohen era el «candidato natural» a suceder a Jorge Knoblovits, quien no podía volver a ser reelecto, después de haberlo acompañado como tesorero y vicepresidente 1°, y luego de evaluarlo, decidió presentarse. Así se lo comunicó en diciembre a Ricardo Furman, el actual titular de la Fundación Amigos de la DAIA, el brazo recaudador de la institución, quien lo impulsaba con ahínco, pese a que contaba con voluntades que querían que fuera él mismo el postulante.
Furman había sido muy claro: «si vos te presentás, te apoyo como secretario general; si no, me presento», le dijo, palabras más, palabras menos…
Finalmente lo logró y «Marqui» fue la cara visible del oficialismo, levantó su perfil en la DAIA hacia afuera, se reunió con diversas instituciones comunitarias afiliadas, hizo su lanzamiento formal y, según ellos, era «número puesto»… sabiendo que debía asumir un cargo tan sensible y con tanta responsabilidad, con todo lo que ello implica, incluido lidiar con las miserias de la política…
Sus dudas resurgieron en los últimos tiempos y hasta hay quienes dicen que no lo notaron con las ganas y la convicción necesarias en una reciente reunión para conseguir los votos del Consejo Federal, que reúne a las filiales en el interior del país y que suelen votar en bloque. De hecho, se dice que el rechazo de las mismas a Knoblovits y su gestión llevaría el agua al molino de Epstein y para revertirlo se requería mucho más de lo que mostró Cohen en ese encuentro. Pese a eso, también se le asigna gran responsabilidad del Rabino Eliahu Hambra en convencer al interior en favor de Beiajad.
La molestia de Marcos Cohen era profunda y pese a los esfuerzos nunca pudo sobreponerse a una situación compleja.
No obstante, el lunes se mostró en fotos como si nada pasara, junto con Gabriel Salem, el tesorero de la DAIA y reclutador de votos del mundo ortodoxo sefaradí, que estaría dividido entre ambos candidatos.
En rigor, hay un tercero, el ex director ejecutivo de la ORT Adrián Moscovich, quien no contaría con los avales suficientes como para ser una preocupación para los otros contendientes. Quizá los de algunas escuelas u otras entidades lideradas por ex alumnos suyos, pero no mucho más…
Pero el día clave fue el martes, cuando antes de entrar a una reunión con los referentes de la renombrada institución educativa ORT, Cohen sorprendió a Furman en un café pera finalmente confirmar con un: “me bajo” que no seguiría. A pesar de ello, el evento en la ORT se hizo…
El propio Knoblovits se enteró más tarde, en el contexto de un encuentro que las máximas autoridades comunitarias tuvieron con el jefe de gabinete de ministros, Guillermo Francos y que hasta ahora no había trascendido. Algunas versiones indican que fue Knoblovits quien se enteró antes que nadie de la decisión de Cohen.
Acto seguido se produjo una «reunión de urgencia» en la casa de Salem para convencer a «Marqui» de que siguiera adelante. «Ganamos, sos el futuro presidente de la DAIA», le dijeron todos los presentes, Furman, Knoblovits y Eliahu Hamra referente del influyente rabino ortodoxo Samuel Levín. Alejandro Avruj, su par del movimiento religioso conservador, quienes incluso le detallaron a Cohen los votos con los que contaría, no pudo asistir.
El operativo culminó con una «interminable» caminata de Furman y Cohen, pero «no hubo caso» y comunicó su «renuncia indeclinable» por mensaje de WhatsApp a quienes lo respaldaban en Beiajad y a su mesa chica.
Paralelamente, empezaron a buscar a un reemplazante, convencidos de que el triunfo está asegurado y solo falta poner el nombre, y no debería haber sorpresas para ganar la elección.
Furman ya no puede ser. Había armado su vida para ser presidente, después la rehizo a sabiendas de que no lo sería y ahora no tiene margen para un volantazo. Sin duda fue el más perjudicado y quizá nunca deje de arrepentirse de haber convencido a quien no lo estaba… Aquí cabe aclarar, para quien no lo sepa, que los dirigentes judíos de casi todas las instituciones comunitarias son voluntarios, que viven de su trabajo y no de su función «pública», a diferencia de los políticos nacionales.
No obstante, su nombre sigue sonando como una opción.
Primero pensaron en Osvaldo Ofman, el presidente del Club Náutico Hacoaj, el «pago chico» de Knoblovits y Furman, a quien ya habían sondeado en su momento y había respondido que solo aceptaría si hubiera una lista de unidad, lo cual es virtualmente imposible porque Epstein no aceptaría conformarse con la Tesorería. Por el contrario, gente de su entorno no perdió un segundo y ya se comunicó con Furman, será para seducirlo y sumarlo a su lista ? A estas horas se conoció que Ofman no aceptó la invitación
Contrarreloj todo apunta a reemplazar a Cohen y se habla de un plazo máximo de tres semanas para solucionar el problema, habida cuenta que el mes de octubre estará prácticamente acaparado por festividades judías, con Rosh Hashaná (Año Nuevo) y Iom Kipur (Día del Perdón), más el primer aniversario de la Masacre del 7 de Octubre, perpetrada por terroristas palestinos en el sur de Israel.
Por supuesto que hay críticas -del tipo «debió haberlo pensado antes de aceptar su candidatura», pero Cohen, en una conversación con Iton Gadol previo a Shabbat casi disculpándose por el daño involuntario que podía haber ocasionado aseguró, “Estaba preparado para la función, lo que no estaba dispuesto es a permitir el chantaje y la extorsion” en clara alusión a Adrián Moscovich.
Luego de ese hecho Cohen creyó poder seguir adelante y dar batalla, pero ya nada fue igual.
En el mismo café de Libertador y Bulnes con gran dolor, aseguraba que “44 años de trabajo voluntario en la comunidad avalaban la candidatura y su compromiso comunitario, pero el limite es el juego sucio entre hernanos” en clara alusión a su firme posición donde se ponía en juego su buen nombre y honor también el de su familia, le aseguró a Iton Gadol.
Los hechos
Vísperas de Shavuot, el precandidato Adrián Moscovich visitó al Rabino Samuel Levin, encuentro difundido con una foto que circuló comunitariamente.
En ese encuentro Moscovich habría atacado moralmente al Marcos Cohen detallando un hecho que lo afectaría y con seguridad no podría continuar con su campaña. El rabino Levin, convocó inmediatamente a varios rabinos para aclarar lo expuesto por Moscovich.
De la convocatoria, participaron rabinos de la ortodoxia tanto del lado ashkenazi como también del lado sefardí que rápidamente echaron por tierra lo expuesto por el candidato y ex director de la ORT.
Ante la consulta si ese hecho lo llevó a renunciar, no dejó pasar un segundo para soltar un “si”
Ahora bien, si el oficialismo no saca de la manga un as muy identificado con el mismo, la comunidad se enfrentaría a un nuevo cambio de época, asegurándole un triunfo a Darío Epstein.
Finalmente a estas horas hay un miembro de la comunidad judía que todavía no se enteró que será candidato y posiblemente presidente de la DAIA.