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Legislador israelí-argentino Haim Jelin: “Iré a América Latina para explicar que nosotros queremos vivir en paz”

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Itongadol/AJN.- (Por Roxana Levinson, desde Israel) El legislador israelí Haim Jelin nació en Buenos Aires. Desde que llegó a Israel, a los 18 años de edad, vivió en el sur del país. Entre los años 2007 y 2015 fue titular del Concejo Regional Eshkol, una de las zonas más castigadas por los misiles de la Franja de Gaza. En diálogo con AJN, evalúa los dos años desde la última guerra. 

En su condición de titular del Concejo Regional Eshkol, el ahora legislador Haim Jelin vivió situaciones extremas. El asedio por momentos constante de los misiles de la organización Hamás, la amenaza de los túneles y tres enfrentamientos bélicos. El último fue el Operativo Margen Protector, en el que su propio hijo fue uno de los soldados heridos en el campo de batalla, afortunadamente con lesiones leves. A pesar de todo ello, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, Jelin asegura que es más difícil ser legislador y pelear por los habitantes de su región desde la Knesset, el Parlamento de Israel.
 
A dos años de la última guerra, el Operativo Margen Protector, ¿Cómo evalúa la situación en el sur del país?
En lo personal, son dos años desde que dejé de ser gobernador de mi zona e ingresé en la Knesset, soy diputado. El cambio no es nada fácil, porque hay que luchar contra 120 diputados. Algunos son amigos, están en el mismo partido, pero otros ideológicamente piensan de otra manera. Cuando eres gobernador de una zona, estás todo el tiempo con los habitantes del lugar, los escuchas, los entiendes, y eres la voz de ellos ante el gobierno. Acá no es así, sino que es la voz de ellos en contra del gobierno. 
 
Pero, ¿En qué consiste esa lucha?
La lucha es que te escuches, que puedas pasar las leyes, que puedas verificar con la zona de donde vienes. Porque yo vine a la Knesset para tratar de solucionar el problema que tiene Israel con la Franja de Gaza desde hace ya años. Y ahora podemos volver a la guerra. Nosotros salimos a la guerra porque Hamás, ideológicamente, no nos quiere aquí. En segundo lugar, las armas de Hamás son armas terroristas, no son armas o herramientas de lucha ideológica política. Ellos siguen adelante con el terrorismo y excavando los túneles. Yo los llamo túneles del terror. No son túneles de la paz, no son túneles que puedan traer calidad de vida a la Franja de Gaza, sino que un 60% del presupuesto anual que tiene el gobierno de Hamás en la Franja de Gaza se destina al terrorismo. ¿Cómo puedes dar vida y futuro a esa gente?
 
Entonces, ¿Qué cambió la guerra, para qué sirvió?
Para nada, no cambió nada. Porque uno sale a la guerra no únicamente para defender al pueblo, al país. Uno sale a la guerra para resolver una situación, para que al final haya un contrato, un contrato de lo que en árabe se llama Hudna. No es un contrato de paz, sino que da un futuro a la población de dos millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza y da tranquilidad a nuestra zona. Pero es no sucedió, y si no sucedió eso significa que perdimos 67 soldados y 6 civiles y volvimos al mismo punto. Esas vidas se perdieron por nada. Ellos tienen la misma cantidad de misiles y la misma cantidad de túneles que entran adentro de Israel. Hoy en día las guerras no se ganan militarmente, sino políticamente.
 
Entonces, ¿Qué habría que hacer?
Por primera vez en la historia de Israel los países árabes no están juntos contra Israel, están juntos con Israel, con Estados Unidos, con toda Europa, contra ISIS, contra ese terror que está presente en casi todo el mundo. Está en Europa, y en Medio Oriente, pero también en Estados Unidos. Lo que debía suceder es que se unieran todos los países árabes después de la guerra y decirle a Hamás que nosotros podemos darle un futuro al pueblo palestino, construir una isla, un puerto, preservando la seguridad de Israel. A cambio, ellos deben hacer algo que no estoy seguro que quieran: dejar las armas, hacer un contrato de Hudna por 25 años. ¿Por qué 25 años? Porque 25 es una nueva generación, que si va a vivir con tranquilidad y paz es probable que sea el futuro de toda esta zona. Y eso no se hizo. Entonces, ganamos militarmente una guerra, logramos silencio por dos años, pero nada más. No sé cuándo será la próxima guerra. Cualquier día puede ser. 
Pero la ideología de Hamás es conocida, y sabemos qué está dispuesto a sacrificar…
Lo más importante para Hamás es que Israel desaparezca. No tienen ningún problema de que la cantidad de niños, de civiles que mueran en la próxima guerra sean más, el doble, el triple de lo que fue en la anterior. En la cultura judía decimos que quien salva una vida es como si salvara a toda la humanidad. Ellos cuanto más muertos tengan, creen que políticamente en el mundo van a poder ganar la guerra con fotos en los diarios de niños muertos. Eso no le hace bien a Israel, pero tampoco con eso se gana una guerra. 
 
Las fotos no ganan la guerra, pero son muy perjudiciales para Israel…
Por eso sostengo que nuestra política exterior hace que el mundo no pueda entendernos. Después de tantas guerras, después de tantas pérdidas que tuvimos, después de tanto sufrimiento, nosotros queremos la paz más que cualquier otro. Únicamente un país que pasó tantas guerras, que vio a sus hijos muriendo o heridos en combates, puede entender cuál es el precio que nosotros pagamos para vivir en paz con nuestros vecinos. 
 
¿Cómo es la situación de la gente, el ánimo, las ganas de quedarse o de irse del lugar?
La gente se queda, no abandona su lugar. El ritmo de vida y la rutina es que por una parte se siente seguridad porque hay mucha presencia del ejército, y por otro lado, es tu casa, así que no la dejás. Aunque haya peligros. Pero, finalmente entendés que peligro de terrorismo hay en cualquier lugar del mundo y en cualquier lugar dentro del país. Un ejemplo de eso soy yo: llego de la zona de los misiles a la Knesset, en Jerusalem, la zona de los cuchillos. En cualquier lugar, en Israel o en el mundo y hay que entender eso. Si uno comprende eso no tiene ningún problema de seguir viviendo donde vive. 
 
¿Cuál es su opinión respecto del tema de los túneles de Hamás, si se trató en tiempo y forma, que se discute en estos días?
No se trató, no se hizo nada. Hoy en día están tratando de hacer cosas, pero no hicieron nada. Cada semana, en la knesset hay una hora en la viene un ministro y los diputados pueden preguntarle lo que quieran. Yo le pregunté al ministro de Defensa qué pasa con las armas contra túneles – algo que no puedo detallar cómo trabaja y cuál es el secreto – y me respondió que el problema es que no hay dinero. Sale aproximadamente 3 millones de shekels y no hay dinero. Me es difícil entender que no hay dinero en un lugar en que yo sé que hay suficiente para hacer todo lo que se necesita, especialmente en materia de seguridad. Y hay que entender que nuestra zona – la región aledaña a la Franja de Gaza –  si no va a estar segura, estará ocupada por completo por el ejército y nosotros queremos conservar las poblaciones. Somos 50.000 pobladores, la gente no deja la zona, pero enfrente nuestro hay 2 millones, y por eso hay que trabajar muy duro para que la población israelí quiera seguir viviendo en ese lugar del país. Parte de eso es saber que el gobierno hace todo lo posible para que haya un máximo de seguridad. Y no lo hace desde hace años. Porque, el tema de los túneles se sabe por lo menos desde 1997 y quiero recordar que Guilad Shalit fue secuestrado a través de uno de los túneles, en 2006.
 
Quisiera hacerle una pregunta respecto a otro tema. Usted va a integrar una delegación de legisladores israelíes que viaja próximamente a América Latina. ¿Cuál es el programa, y el objetivo de este viaje?
Vamos a viajar a Paraguay, Uruguay y Argentina. El objetivo, en primer lugar, es conocer a los diputados que trabajan por Israel. Yo voy para explicar que nosotros queremos vivir en paz y explicarle al mundo que significa vivir con la amenaza del terrorismo. Yo creo que puedo traer una voz que es auténtica de la zona, que no la escuchan en el mundo. Es parte de las críticas que tengo contra Binyamin Netanyahu, porque Israel no sabe explicar qué significa vivir frente al terror tantos años. Todavía no tenemos ministro de Relaciones Exteriores, es Binyamin Netanyahu, porque él cree que puede hacer todo.
Durante la estadía en cada país estaremos parte de la jornada con los legisladores locales y medio día con las comunidades judías. 
 

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