Itongadol.- En el Beit Hakneset del Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall T. Meyer se realizó el pasado 16 de Tamus, 21 de julio, la entrega de la Semija (ordenación rabínica) de Adrián Fada, Gustavo Katzuni, Uriel Romano y Mario Szames.
El acto se inició con el ingreso de los futuros rabinos que iban a recibir su teudá (diploma) y las autoridades académicas del Seminario, luego de lo cual el presidente de la institución, Miguel Toimaher, se dirigió a los presentes: “Sin contar a los primeros cuatro graduados, que comenzaron a estudiar en Buenos Aires y completaron sus estudios en el JTS (The Jewish Theological Seminary) en New York, con los cuatro graduados de hoy el Seminario suma 97 rabinos. Mirado desde los fundadores, mirado desde el año 1962, es un sueño hecho realidad”.
“Hoy en día el Seminario es líder en la formación de liderazgo y la generación de contenidos. Somos uno de 4 en todo el mundo, conformando una familia con el JTS, Ziegler y Schechter. Así como el Seminario fue creado para revitalizar al judaísmo latinoamericano, hoy, medio siglo después, volvemos a reinventarlo para seguir con la revitalización, fortaleciendo el ‘centro vital’, desde una perspectiva Masortí, ese espacio conceptual e ideológico del que el 80 por ciento de los judíos latinoamericanos nos sentimos parte y del que el Seminario es el líder natural”, destacó.
“Parte de esta revitalización incluye globalizar el Board, incluyendo gente de diversos países, crear nuevos programas de estudio, aggiornar la forma de gestión y atender a las nuevas realidades que la posmodernidad nos presenta. Los invito a que se sumen, para construir juntos los próximos 50 años”, agregó.
Finalmente, Toimaher agradeció a quienes colaboran con el Seminario, “sea sirviendo en sus Consejos Directivos, como donantes, estudiantes, liderazgo profesional. En particular quiero agradecer a un pilar histórico de la institución, el Sr. Adolfo Szmolarz, y a dos personas que en poco tiempo se han transformado en pilares por sí mismos y grandes amigos, los señores Tomas Munzer y Claudio Pincus”; y “a los cuatro flamantes rabinos, les deseo las mayores bendiciones en su vida personal y en su tarea comunitaria. La tarea es grande. Y estamos seguros que cada uno dejará su huella personal para el bien del pueblo judío y la humanidad toda. ¡Felicidades!”.
Por su parte, el rabino Ariel Stofenmacher, vicepresidente ejecutivo y CEO del Seminario, recordó las palabras del fundador del Seminario Rabínico Latinoamericano, rabino Marshall T. Meyer z’l, pronunciadas en 1962 cuando inauguró la sede del Seminario y se preguntaba “si este seminario ha de tener en el futuro alguna importancia”. Luego de lo cual el rabino Stofenmacher manifestó: “Hoy les doy la bienvenida a la ceremonia de Ordenación Rabínica número 38, una respuesta contundentemente afirmativa a la duda fundacional que Marshall planteaba y quizás él logro más relevante fue crear ese espacio conceptual que fortalece el centro vital, donde lejos de todo extremismo de uno y otro lado, podemos desarrollar y potenciar nuestras almas integrando nuestro judaísmo a la vida moderna actual. Renovando al mismo tiempo el milenario mensaje profético de paz, de justicia social y solidaridad, identificados ineludiblemente con el ideal sionista que está encarnado en el Estado de Israel moderno”.
Luego de esta categórica definición, Stofenmacher se refirió al desafío futuro a fin de renovar el Seminario para continuar revitalizando la comunidad, fortaleciendo la educación judía “entre el estudio tradicional y el abordaje académico” para transformar las vidas de las personas.
“Lo importante es el estudio que nos lleva a la acción, al compromiso personal”, a fin de “Convertir el Seminario en un centro creativo, vital, comprometido, que articule las necesidades más profundas de la gente, el mensaje de la Torá y los Profetas y la formación del liderazgo ofreciendo, en América Latina, las mejores prácticas que el mundo tenga para ofrecer y llevando al mundo lo mejor que nosotros, los latinoamericanos, tenemos para darle.”
Después de ambos mensajes se realizó un espacio de recordación, donde se recordaron familiares y amigos de los nuevos rabinos y a los recientemente fallecidos Ruth Spivak Z’L y Rabino Alejandro Mlynski Z’L.
El decano del Instituto de formación Rabínica A. J. Heschel, rabino Ernesto Yattah, manifestó que el placer de ese momento le era muy difícil de describir: “Culmina hoy a la noche una historia que recuerdo comenzamos un lunes a la mañana, hace unos cinco años, marzo de 2012, donde nos planteamos lo que queríamos en los próximos años. En este periodo ustedes, queridos Adrián, Uriel, Gustavo y Mario, han crecido, florecido, madurado, desarrollado. Nos han llenado de tanto orgullo ahora, que llegaron a este momento”.
Luego, expresó que todos los estudiantes tuvieron una amplia educación judía, que sirvieron como seminaristas rabínicos y líderes educativos y juveniles en distintas comunidades junto a rabinos, para luego mencionar a las familias que han formado con sus esposas e hijos y a los demás familiares, felicitándolo por haberlos apoyado hasta la ordenación rabínica. “Los cuatro también han logrado títulos académicos, que son requisito desde que Marshall fundó esta casa para que un rabino siempre pueda dialogar inteligentemente con cada miembro de su comunidad, que tienen el valor del estudio general más allá del estudio de la Torá”, a la vez que resaltó que son los primeros cuatro rabinos recibidos en la nueva etapa del Instituto de formación Rabínica A. J. Heschel, iniciada hace cinco años.
A continuación se sacaron cuatro Sifrei Torá (Rollos de la Torá) del Aarón Hakodehs (Arca Sagrada donde se los guarda) que los cuatro futuros rabinos pasearon entre la concurrencia para luego leerse la Parasha (Bemidbar capítulo 27, versículos 15 a 23) donde Moshé le solicita al Creador que designe a quienes serán los líderes del pueblo luego de él, y el Creador le ordenó que sea Ioshua Bin-Nun y lo presente al sacerdote Eleazar y a toda la Congregación, lo que hace Moshé.
Terminada la lectura y regresados los Sifrei Torá al Aarón Hakodesh, el rabino Alejandro Bloch inició la Ordenación Rabínica propiamente dicha, diciéndoles a los cuatro: “Cumplan con la misión que los rabinos de nuestros rabinos nos impusieron, que es mejorar el mundo con Torá y mitzvot; que no dejen de consultar a sus rabinos; que no dejen de sentir humildad; de seguir preguntando y estudiando; que entre todas las tareas que los rabinos tienen que hacer: educar, acompañar, cuidar, que se cuiden también ustedes y entre ustedes; estuvieron mucho tiempo juntos y ahora salen al mundo. Sigan vinculándose entre ustedes e inspiren a otros a ser rabinos, a educar, y que esos otros puedan transformar al mundo con la tecnología más antigua de nuestro pueblo: la Torá y las mitzvot”.
Adrián Fada, Gustavo Katzuni, Uriel Romano y Mario Szames, como es tradicional, bajo el Palio Nupcial recibieron los diplomas que los acreditan como rabinos recibidos en el “Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall T. Meyer” y el rector del Seminario, el rabino Abraham Skorka, invocó: “D’s, que has dado espíritu de vida a todo ser viviente bendice, a Adrián, a Uri, a Gus, a Mario, a nuestros queridos rabanim (rabinos) para que recuerden siempre que en la tradición sefaradí Rab se dice Jajam, para que tengan jojma, que es inteligencia, pero que recuerden siempre que la inteligencia es definida en el libro de los Salmos diciendo ‘el principio de la inteligencia, de la sapiencia, del real conocimiento es la temorosidad a D’s’ y esa temorosidad a D’s debe manifestarse a través de acciones de justicia, de respeto al prójimo, de humildad, de misericordia, de sinceridad, porque ustedes lo aprendieron bien. Es lo que nos enseñaron nuestros profetas. Sin estos valores nuestros rezos no tienen sentido, nuestros cánticos carecen de esencia, podría cantarse cualquier cosa. Nuestros cantos con cantos mientras obremos con justicia, con pureza, con bondad, con misericordia. Que siempre recuerden que sinónimo de rabino es More Oraha, o sea, el maestro que enseña la senda. Se duplica dos formas del verbo oraha, enseñar, el maestro de la enseñanza”.
“Por ser maestros recuerden que van a ser paradigmas para todos aquellos que van a hallarse en vuestro derredor, para vuestros hijos, para vuestras esposas, para vuestros padres. No es meramente una profesión más, es una dedicación, una entrega de toda la vida, de todo momento. Hoy no termina el camino, recién lo empiezan. Quiera D’s bendecirlos para que puedan significar para todos aquellos que puedan hallarse en vuestro derredor, por siempre un maestro: de nuestros valores, de nuestro ser; que puedan llegar a ser seres íntegros, donde la integridad se mide con los valores de la Torá; que puedan llegar a ser sabios, honrando la vida y de esa forma honrando a D’s; que puedan leamin talmidim arbe (tener muchos alumnos), como dice el Pirkei Avot, algunos serán rabinos, con la ayuda de D’s. Pero lo más importante que todos sean Bnei Adam, que todos sean hombres con mayúscula, que sabrán darle una respuesta positiva al desafío que tomó D’s para consigo cuando creó al ser humano. Quiera D’s bendecirlos por siempre con su bendición de amor y paz”; recitando a continuación la bendición sacerdotal.
Posteriormente, cada uno de los nuevos rabinos dio una corta clase sobre una mitzva específica: Adrián Fada sobre “Kibud Av ve Em – honrar al padre y a la madre”; Gustavo Katzuni se refirió a “Gemilut Jasadim – actos de bondad”; Uriel Romano lo hizo respecto a “Avahat Shalom bein Adam LaJaverot – traer la paz entre el hombre y su prójimo”; y Mario Szames explicó “Talmud Torá Kenegued Kulam – el estudio de la Torá es equivalente a todos los demás”.
Al finalizar sus cortas clases, cada uno de los nuevos rabinos agradeció principalmente a sus esposas, por haberlos acompañado durante todo el período de sus estudios, y a sus padres y familiares.
Asistieron a la ceremonia de Ordenación Rabínica, además de los familiares y amigos de los nuevos rabinos; muchos de sus colegas egresados del Seminario, algunos llegados del exterior; las autoridades, profesores y alumnos de esa casa de altos estudios; el gobernador de la provincia de Tucumán, Juan Luis Manzur; el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, rabino Sergio Bergman; el director de Culto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Federico Pugliese; el presidente del Instituto cultural del GCABA y diversos dirigentes comunitarios, entre ellos el vicepresidente de DAIA, Alberto Hammerschlag.