Al finalizar el descanso sabático, los ministros que integran el gabinete de seguridad se reunieron para tomar una serie de decisiones, frente a la escalada de violencia y actos terroristas contra ciudadanos israelíes en los últimos días.
Entre las medidas definidas por el gabinete, se encuentran: el cierre de la gobernación de Hebrón, con sus 700.000 habitantes; se cancelarán los permisos de trabajo para los aproximadamente 2.700 residentes del pueblo de Bani Na\’im, de donde provenía el terrorista que asesinó a Halel Ariel, y otros que cometieron atentados en el pasado. También se decidió aprobar la licitación de 42 unidades de vivienda en Kiryat Arba, en el barrio aledaño al de la familia Ariel, reforzar la presencia del ejército y las fuerzas de seguridad en la Margen Occidental; la apertura de una investigación inmediata de familia directa del terrorista y la detención de todos los implicados.
El gobierno israelí también estableció que se cancelarán todos los beneficios que los palestinos recibirían por parte de Israel por la conmemoración de Eid al-Fitr, la fiesta con que se celebra el final del mes de Ramadán. También se detendrán todos los procesos de devolución de los cuerpos sin vida de terroristas muertos en Israel cuando cometían atentados y se creará un cementerio para su inhumación. El gobierno israelí intenta así terminar con el fenómeno de las ceremonias de sepultura de terroristas palestinos, que se convierten en actos multitudinarios en los que se alaban los ataques terroristas y se instiga a la violencia y a continuar con los ataques.
Además, el gobierno israelí retendrá una cantidad de dinero equivalente a la que la Autoridad Palestina entrega a los terroristas y sus familias mensualmente, de los impuestos que recauda en su nombre. Se estima que se trata de unos 40 millones de shekels por mes.
Respecto a este dinero, que la Autoridad Palestina paga mensualmente a los terroristas y sus familias, Netanyahu aseguró que "la promoción del terrorismo por parte de la dirigencia palestina mediante palabras de incitación y los pagos a terroristas y sus familias constituyen un incentivo para el asesinato”.
Por su parte, el ministro de Educación, Naftali Bennett, dijo que en la reunión de gabinete no hubo novedades, sino “decisiones recicladas”. “Israel debe iniciar nuevos operativos y tomar medidas diferentes, para enfrentarse a un nuevo tipo de terrorismo. No se puede permitir que las familias de los terroristas festejen y reciban premios y beneficios de la Autoridad Palestina”.