Itongadol.- El 18 de junio pasado, se cumplió un año de la inauguración oficial de la estación de subte “Pasteur-AMIA”, de la línea B de la Ciudad de Buenos Aires. Con intervenciones, murales, dibujos, fotografías y reproducciones de 25 artistas que renovaron por completo el lugar, la estación de subte Pasteur es, desde entonces, un espacio permanente de homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA, del que el próximo 18 de julio se cumplirán 22 años.
El proyecto de intervención artística que AMIA llevó adelante junto con SBASE (Subterráneos de Buenos Aires) para convertir el lugar en “la estación de la memoria”, tuvo como fin poder manifestar, a través del arte y en un lugar de tránsito cotidiano, el reclamo de justicia y la necesidad de frenar el trabajo corrosivo del olvido.
Con la curaduría de Elio Kapszuk, responsable del Espacio de Arte AMIA, el proyecto contó la colaboración de 25 artistas, que con sus obras hicieron posible la transformación de la estación en un lugar de recordación permanente. Ellos son Sergio Izquierdo Brown, Buenos Aires Stencil, Caloi, Luis Campos, Pito Campos, CEO, Corne, Crist, Fontanarrosa, León Gieco, Grondona White, Jorh, Langer, Liniers, Maitena, Emiliano Miliyo, Napo, Pati, Daniel Paz, Miguel Rep, Rocambole, Rudy, Sábat, Sendra, y Tute.
Cada día, desde hace un año, los miles de usuarios de la línea B que transitan por el lugar, no sólo se encuentran con las obras que desde las escaleras, andenes y paredes de la estación claman por mantener viva la memoria. También tienen a su disposición, en el nivel de las boleterías, el “Centro de Interpretación del Atentado de la AMIA”, que reúne información sobre el ataque terrorista ocurrido en 1994, las historias de vida de las 85 víctimas fatales y diferentes herramientas audiovisuales que ayudan a recordar y tomar conciencia de la ocurrido.
De la mano del arte y el poder de la creación, la estación “Pasteur – AMIA”, ubicada a dos cuadras de la sede de Pasteur 633, es desde hace un año un nuevo símbolo de la memoria y del pedido de Justicia. Es también un espacio que enaltece los valores de la diversidad, la convivencia pacífica y el respeto por la vida.