Itongadol/AJN.- Miles de israelíes se acercaron anoche a panaderías, pizzerías y locales de comida rápida para volver a comer “jametz”, alimentos elaborados con trigo, cebada, centeno, avena y levadura, que no fueron consumidos durante los últimos 7 días debido a las normas que rigen la festividad de Pesaj.
El comercio que registró la mayor actividad fueron las conocidas panaderías “Aboulafia”, en Yaffo, donde se registraron largas filas para comprar pan pita y pastelería.
Aboulafia, cuyos locales estuvieron cerrados durante la celebración de Pesaj, debió aumentar anoche la cantidad de trabajadores y enviar refuerzos, debido a la altísima demanda. Al anochecer, los embotellamientos para comprar pita en Yaffo comenzaban en la zona costera de Tel Aviv. Quienes lograban llegar hasta la panadería, después de la larga espera, compraban de todo: pan, dulces, pita y beiguel.
Los servicios de entrega a domicilio de pizzas registraban anoche significativas demoras, debido a la gran cantidad de pedidos.
Dulces y política
Cuando termina Pesaj, comienzan los festejos de la Mimouna, una tradición de los judíos del norte de África – en especial de Marruecos – que se celebra abriendo las puertas de los hogares, con hospitalidad y comiendo las clásicas “mufletas” y todo tipo de dulces. Las “mufletas” son una especie de panqueque de masa muy delgada, que se cocina apenas unos segundos antes de servir.
La celebración de la Mimouna fue adoptada por los israelíes de todos los orígenes y comunidades, que llegan a las casas donde los reciben con dulces, música y trajes típicos. En los últimos años, la Mimouna se ha convertido también en una tradición para los políticos y algunos participan en varias en una sola noche. Las cámaras y micrófonos de todos los medios los siguen y ellos se muestran degustando dulces y mufletas, y aprovechan para hacer alguna que otra declaración, que convierte el encuentro en una especie de acto político.
Anoche, cuando terminó Pesaj y miles de personas salieron a buscar un lugar donde celebrar la Mimouna, también los políticos cumplieron con su tradición.
El primer ministro, Binyamin Netanyahu, junto a su esposa Sara, fueron recibidos con todos los honores en la casa de la familia Dahan, en Yavne, donde calcularon que prepararían un total de 10.000 mufletas, para todos los visitantes.
“Una vez terminado Pesaj en paz, llegó el momento de disfrutar de las maravillas de la mufleta”, dijo Netanyahu mientras probaba los manjares que le ofrecían sus huéspedes. “La mayoría de nosotros aprovechamos estas vacaciones para viajar por nuestro maravilloso país y hemos visto el desarrollo, su modernidad y belleza", dijo el mandatario. "Hemos tenido un Pesaj tranquilo y silencioso gracias a nuestros soldados, a nuestros policías y agentes de inteligencia. Ahora es el momento de disfrutar de la maravillosa Mufleta".
La ministra de Igualdad Social, Guila Gamliel, se sumó al matrimonio Netanyahu en Yavne y aprovechó para expresar su deseo de que el gobierno se amplíe muy pronto. “Espero que con este espíritu festivo la posibilidad de un gobierno de unidad nacional vuelva a ser relevante y muy pronto se amplíe el gobierno”, dijo Gamliel.
La ministra de Cultura y Deporte, Miri Reguev, participó en una Mimouna en la ciudad de Ashkelon, junto con el ministro de Seguridad Interior, Guilad Erdan. "Estoy feliz de ver que la Mimouna marroquí logró convertirse en una fiesta nacional, que abrimos nuestras casas y nuestras puertas a todo el pueblo de Israel", dijo Reguev. "La opulencia y la hospitalidad en traen la unidad y alegría al pueblo de Israel." Más tarde la ministra Miri Reguev participó en otra Mimouna en Gan Yavne, donde se lució en un baile con el ministro de Defensa. Moshé Yaalon.
También el presidente de Israel, Reuven Rivlin, estuvo en Ashkelon y celebró la Mimouna. Rivlin destacó el hecho de que la Mimouna “se convirtió de una celebración de una comunidad en una fiesta nacional”. “Este es un día que une a mucha gente alrededor de la alegría de la celebración, y el nuevo comienzo de estos días de primavera, una fiesta de plegarias por nuestras esperanzas de salud, bienestar y progreso. Que esta sensación de unión e identidad común que sienten hoy los distintos componentes de nuestro pueblo permanezca con nosotros día a día, también en momentos difíciles de divisiones y enfrentamientos”, expresó Rivlin.