Itongadol/AJN.- "El movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel perjudica a los árabes palestinos tanto como a los israelíes, sino más", advirtió el vocero de la Knesset, Yuli Edelstein, este martes, durante una reunión con el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico, Phillip Hammond.
Edelstein estuvo acompañado por una delegación de diputados de la Knesset, entre ellos Yoav Kish (Likud), Hilik Bar (Unión Sionista) y Revital Swid (Unión Sionista).
Durante la reunión, ambos funcionarios discutieron entre otras cosas, el asunto palestino, la situación en Gaza y el asunto iraní.
Edelstein agradeció a Hammond por la amistad de Gran Bretaña con el Estado de Israel, expresando que Inglaterra era uno de los amigos más cercanos de Israel en Europa y el mundo, en adición, reconoció los esfuerzos del gobierno británico por oponerse a los intentos de boicot contra Israel.
"El boicot es contraproducente, porque aquellos que quieren boicotear productos fabricados en Judea y Samaria (Margen Occidental) termina perjudicando a los empleados palestinos que trabajan en esas compañías", remarcó Edelstein.
Un buen ejemplo de los comentarios de Edelstein es el de Sodastream, que se vio obligado a cerrar su fábrica en Mishor Adumim por los insistentes llamamientos al boicot, generando una gran cantidad de desempleados árabes palestinos e israelíes que perdieron sus puestos de trabajo e ingresos.
Durante la reunión con Edelstein, Hammond afirmó que Israel estaba violando el derecho internacional con su presencia en Judea y Samaria (Margen Occidental). El vocero de la Knesset rechazó esta idea y dijo: "Hace 11 años que nos fuimos de Gaza, desalojaron a miles de sus casas y lo que tenemos no es la paz, sino terrorismo. La situación se ve agravada por nuestra retirada de Gaza".
Edelstein señaló que, lamentablemente, la mayor parte de los fondos que llegan a Gaza se invierten en misiles y túneles del terror en lugar de en el bienestar de la población.
La reunión entre ambos políticos se dio a raíz de las recientes tensiones entre Gran Bretaña e Israel sobre el tema de la construcción israelí en áreas más allá de la Línea Verde, en particular la región oriental de Jerusalem.