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Entrevista. Save a Child’s Heart: una ONG israelí donde los chicos son todos iguales cuando se trata del corazón

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Itongadol/AJN.- “Hoy en día los medios de comunicación retratan a Israel como un lugar cruel, no humanitario, pero esta organización acoge a personas de diferentes partes del mundo, de diferentes religiones y trasfondos”, expresó Rafaela Luiza Da Costa, voluntaria de la organización mundial Save a Child’s Heart en diálogo con la Agencia Judía de Noticias. La ONG tiene una labor importante para mantener la calidad de vida de los peldaños más jóvenes de la sociedad. (Galería de fotos).

Rafaela Da Costa, una modelo brasileña que se mudó a Israel por trabajo y por amor siete años atrás, descubrió otra pasión hace cuatro: ser voluntaria para la organización Save a Child’s Heart. Se trata de una ONG global con base en Israel, conocida por su compromiso para salvar las vidas a través del mejoramiento de la calidad del cuidado y atención cardíaca de los niños de países en vías de desarrollo y a través de la creación de centros médicos en esos países.

Save a Child’s Heart proporciona cirugía cardíaca y otros procedimientos de salvamento en el Centro Médico Wolfson en Holon, Israel.

La organización ofrece un amplio programa de capacitación dentro de Israel para los médicos y enfermeras de los países en desarrollo y conduce misiones quirúrgicas y de enseñanza para los países socios. Hasta la fecha, se ha salvado la vida de más de 3.700 niños de África, América del Sur, Europa, Asia, y en todo Medio Oriente sin importar la raza, religión, género, nacionalidad o estado financiero. “Esta es una Israel distinta de la que se retrata porque es un Israel que salva vidas y no solo vidas judías”, sostuvo.

“Básicamente lo que hacemos es pasar tiempo con los chicos, jugamos con ellos y estamos con ellos, porque pasan por un proceso traumático. Mientras más puedas alegrarlos o hacerles olvidar que tienen que pasar por una cirugía, mejor. Les llevo actividades para hacer, a veces me pintan las uñas o me hacen dibujos, les llevo juegos o intento enseñarles inglés porque todos ellos hablan diferentes idiomas”, explicó Da Costa a AJN. “Creo que en definitiva vamos para hacer algo por ellos, y al final siento que recibimos nosotros más de lo que damos”, agregó.

Da Costa trabaja con chicos de diversas edades, desde bebés hasta adolescentes. Algunos incluso con más de una cirugía hecha.

“Me gusta ver cómo se preocupan y se cuidan entre ellos. En muchos casos no hablan el mismo idioma, pero intentan comunicarse e intentan conectarse. Cada vez que salgo de esa casa salgo contenta, no me pone triste, me pone contenta que reciban el tratamiento que necesitan. Para muchas personas es triste porque a veces son muy chicos, pero me da una buena sensación porque son felices, porque todavía son niños y se les dio una oportunidad para el futuro, un futuro que tal vez no hubiesen tenido”, contó Da Costa, quien empezó su tarea de voluntaria en 2012, cuando recibió el contacto de la organización a través de la universidad.

Previo a su labor en Save a Child’s Heart, Rafaela trabajó como voluntaria en Sudáfrica. Luego viajó a Israel para estudiar y trabajar de modelo y conoció a su actual pareja.

Actualmente vive en el Estado judío junto a sus dos grandes amores: su novio israelí y Save a Child’s Heart.

“Conocí muchas personas interesantes y amables. Muchas veces los voluntarios que están realmente involucrados y pasan mucho tiempo con los chicos salen del lugar llorando, emocionados; realmente tienen un vínculo muy fuerte con los chicos, es algo muy real. Es una gran conexión”, señaló.

Lamentablemente, según indicó Da Costa, a pesar de todo el trabajo que los voluntarios de las ONG’s como Save a Child’s Heart realizan día a día, muy pocas personas logran comprometerse con el proyecto.

“Las personas al principio se asombran y se interesan, pero no todos llegan a comprometerse. Es un proyecto lindo y hace la diferencia, pero no todos se comprometen. Pensé que sería mucho más sencillo, pero no es fácil hacer que la gente haga algo”, explicó.

Entonces ¿De qué manera se puede ayudar?

“No todos pueden venir a Israel para ser voluntarios, pero sí pueden difundir y concientizar. Porque muchas personas no conocen Save a Child\’s Heart. Especialmente las redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter) son herramientas muy poderosas, tal vez uno no puede ayudar, pero compartiendo un link o información a otras personas puede hacer que más personas conozcan el proyecto y más personas se puedan comprometer. No hace falta que uno done plata o tiempo para ser voluntario, sino difundir el mensaje está muy bien”, concluyó.

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