Itongadol/AJN.- Mientras se considera que los embarazos deben terminar en la semana 40, sólo el 5 por ciento de las mujeres dan a luz en su fecha predeterminada. Es por eso que la mayoría de los médicos recomiendan un seguimiento más frecuente después de la semana 40 y a veces la inducción al parto.
Sin embargo, muchas mujeres embarazadas se niegan a la inducción debido al riesgo de estrés para el feto o al aumento de la probabilidad de necesitar una cesárea.
Pero un nuevo estudio israelí proporciona evidencia de que los riesgos de no inducir el parto a las 42 semanas de embarazo son mayores que los riesgos para el bebé si el trabajo de parto no es inducido.
Llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Tel Aviv, el estudio encontró que los nacimientos posteriores al plazo estipulado, incluso entre embarazos de bajo riesgo, se asocian con un mayor riesgo a corto plazo para los recién nacidos, incluyendo enfermedades e infecciones, lo que generan el doble de requerimientos a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales.
El estudio vincula la fecha de parto como un factor de riesgo influyente por primera vez, según los científicos.
La investigación fue dirigida por el doctor Liran Hiersch y el profesor Nehama Linder, junto con el doctor Nir Melamed del Centro Médico Rabin.