Itongadol/AJN.- El ex fiscal José Barbaccia sugirió hoy, jueves, en la quinta audiencia del juicio oral y público por encubrimiento de los autores del atentado a la AMIA, que existiría un pacto de no agresión entre Carlos Telleldín, último poseedor conocido de la camioneta-bomba Trafic, y los ex policías bonaerenses a quienes oportunamente investigó y acusó del ataque terrorista que asesinó a 85 personas el 18 de julio de 1994.
Al igual que su ex colega Eamon Mullen, aseguró ser “inocente de todos los cargos” que se le imputan y estar “convencido de que en esta sala están los partícipes de la ‘conexión local’” de ese luctuoso hecho.
“Nos opusimos a la recompensa a Telleldín porque podía cobrarla y luego desdecirse, como de hecho ocurrió en el juicio oral; quizás especulaba con otra y cuando se supo del pago (ilegal de 400.000 dólares de la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado para que los señalara), quiso congraciarse con los policías por temor o plata”, especuló Barbaccia.
“El hecho que éstos sean los únicos que no lo acusen por el pago es una prueba más del involucramiento de los policías en el atentado: quieren que el Estado les pague millones de pesos de indemnización y para eso necesitan que Telleldín siga mintiendo, diciendo que son inocentes”, completó hacia el final de su exposición de casi 90 minutos.
“Si es verdad que le dieron un teléfono (celular) a Telleldín (para anunciarle que le habían pagado a su mejer y letrado), la lógica es que no fuera delante de los fiscales” porque se trataba de una operación de inteligencia que no podían conocer, como los propios involucrados admitieron, pero además, “ningún testigo dijo que estuvimos en ese momento ni que lo sabíamos, sino todo lo contrario, salvo el Tribunal Oral Federal N° 3”, destacó el ex fiscal.
Acto seguido se dictó un cuarto intermedio hasta la semana que viene, para continuar con las declaraciones de los imputados.
En la apertura de la quinta audiencia, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 había anunciado que, por motivos de salud, la indagatoria del ex subsecretario de Inteligencia Juan Carlos Anchézar pasó para la próxima semana y que la de Boragni quedará para el final de la ronda.
Entonces, el primer imputado invitado a prestar declaración fue el ex comisario de la Policía Federal Carlos Castañeda, el único que ya fue condenado por destrucción de pruebas del atentado, pero éste se negó a comparecer y entonces se leyeron sus dichos en la instrucción de Ariel Lijo, cuando aseguró haber ignorado quién era Alberto Kanoore Edul, personaje clave de la “pista siria”, hasta que tiempo después se lo informaron en la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
A continuación fue el turno de su colega Jorge Palacios, que también dijo haber desconocido quién era el sospechoso, insistió con que llamar a un domicilio antes de allanarlo es normal para no romper la puerta y afirmó que no dispuso quiénes participarían en los mismos ni la cancelación del último de la serie.
También apuntó contra el fallecido fiscal Alberto Nisman, de quien dijo que conocía la causa hace mucho tiempo, pero recién once años después se interesó por impulsarla.
Luego declaró por dos horas Mullen, quien recordó los primeros días del atentado y repasó rápidamente los acontecimientos que siguieron al ataque para justificar la persecución de los policías bonaerenses.
Ratificó la acusación -“la prueba está viva y vigente”- ya que había muchas evidencias independientes, previas y posteriores a la declaración paga de Telleldín, cuya nulidad pidieron los propios fiscales cuando se enteraron del hecho, en el juicio oral anterior.
En ese sentido aseveró que ignoraba el peculado que le imputan, toda vez que tanto el entonces juez Juan José Galeano como los agentes y autoridades de la SIDE reconocieron que no se lo podían contar porque era una operación secreta de inteligencia.