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Itongadol.- Por Flavio Goldvaser. Cuando los principales líderes mundiales se reunían para conmemorar el 70vo aniversario de la liberación de Auschwitz, el campo de exterminio donde más de un millón de judíos de toda Europa fueron exterminados, una figura emblemática, representante del país que ayudo a la liberación de Europa de la barbarie nazi se encontraba sorprendentemente ausente.
Para sorpresa de los cuerpos diplomáticos mundiales, no estamos hablando de Putín el presidente de Rusia cuya inasistencia se daba por descontada debido a la mala relación que mantiene con occidente, por la guerra en Ucrania y el boicot que implemento a los productos europeos, sino del presidente de los EE.UU. el demócrata Barak Hussein Obama.
Debido a que EE.UU. decidió mandar a esta importante conmemoración una representación ni siquiera encabezada por su vice-presidente, sino por la quinta línea del gobierno el Secretario del Tesoro Jack Lew.
El Departamento de Estado justificó esta ausencia en que el presidente Obama se encontraba junto con la primera dama en una gira para asegurar acuerdos estratégicos con otros aliados en Asia, gira que interrumpió para asistir al entierro del Rey Saudita.
Pero debemos agregar el contexto en que se da esta notable ausencia, la que se da a días que el gobierno americano tampoco asistiera a la marcha que aglutino a gran cantidad de líderes mundiales en Francia por el asesinato de los periodistas de Charles Hebdo y los mártires judíos del supermercado kosher de Paris.
También debemos resaltar como ejemplo de nueva política global y no cómo un hecho aislado menor, que a la conmemoración por la liberación de Auschwitz realizada en la Argentina en el edificio de AMIA, y a la que asistieron embajadores de los principales países europeos, la embajada de EE.UU. decidió mandar no a su embajador sino a un funcionario de segunda línea.
Es así que en el actual contexto global de resurgimiento del antisemitismo mundial impulsada por la extrema izquierda nacionalista, factores neo-nazis y del islam jihadista militante, que usan como excusa detonante para el odio antisemita al conflicto del medio oriente, que la recordación en Auschwitz y Paris constituían un mensaje de solidaridad con el derecho a la vida del pueblo judío y así mismo un fuerte mensaje que el mundo libre no permitirá otro holocausto y que la llama de la libertad no se apagara otra vez subyugada por el obscurantismo y el fanatismo, a estas recordaciones son las que Obama decidió bajar el nivel de representación política.
Y ya que el Presidente Obama es el líder de la primer potencia mundial y que le gusta hablar de su legado para las nuevas generaciones y del cambio geoestratégico del orden mundial, debemos entender que este país está dando un fuerte mensaje a Israel de cambio en su política exterior y a su vez dando un claro mensaje a su nuevo aliado el negador del holocausto y patrocinante del terrorismo internacional la República Islámica de Irán que EE.UU. esta dispuesto a cambiar de aliados y abandonar la causa judía que se ve reflejada en el sostenimiento del único país judío del mundo el Estado de Israel.
Si es así podremos esperar en el próximo futuro más cambios, presiones y tensiones en la relación de los otrora aliados EE.UU. e Israel y un distanciamiento mayor, que recién comienza a visualizarse pero que terminara cambiando la visión que el mundo judío tiene de Washington, si no se da un cambio de política en la próxima administración y que hará sentir que el hermano mayor y defensor de Israel no solo le ha dado la espalda sino que lo ha traicionado abandonándolo a la destrucción.
Pero este cambio que ya es claramente percibido está haciendo que Israel se acerque cada vez más a una antigua enemiga la República Rusa y a oriente lo que también abrirá nuevas perspectivas estratégicas y económicas para Israel.