Querido u odiado, Yasser Arafat es uno de los grandes supervivientes de todos los tiempos. Frágil y apagado a sus 75 años, aquejado de párkinson y otras enfermedades, humillado mientras se bombardeaba su despacho, amenazado ocasionalmente por los líderes israelíes con la expulsión e incluso con el asesinato, Arafat es ampliamente considerado en última instancia un fracasado. Ha fracasado tristemente a la hora de construir una democracia adecuada en su propia tierra, permitiendo que floreciera a su alrrededor la corrupción y el clientelismo. Y, lo que es más importante para los palestinos: ha fracasado, por las razones que sea, en proporcionarles un Estado independiente en Gaza y Cisjordania.
Y lo que es más importante para los israelíes: ha fracasado, como presidente electo de los palestinos, a la hora de frenar a la variedad de facciones armadas, que actúan en nombre de Palestina, para que dejaran de lanzar ataques, incluyendo los hombres suicida que han matado a centenares de civiles. Ésta es la razón, al decir de los israelíes, por la que la hoja de ruta,dibujada por estadounidenses y europeos, ha tenido que ser enrollada de nuevo. Como resultado, EE.UU. y el Gobierno israelí han declarado a Arafat persona no digna para reanudar las negociaciones. Si los palestinos quieren acuerdo, deben buscar a otro.
Esta conclusión, aunque comprensible, es por diversas razones errónea.Apesar de su debilidad manifiesta, Arafat es el líder electo e indiscutible de los palestinos y no muestra ninguna señal de retirarse. Es de esperar que en los próximos meses Israel permitirá una serie de elecciones, a todos los niveles, en los territorios palestinos. Con suerte, ello dará lugar a la elección de representantes más responsables, jóvenes y enérgicos. Sería estupendo que emergiera un nuevo líder palestino más dinámico. Ello ocurrirá más pronto que tarde. Pero no podrán seguir adelante, con el necesario apoyo popular, hasta que el viejo hombre se haya ido. De momento, es casi seguro que será reelegido por una mayoría masiva. Guste o no, todavía tiene el poder de bloquear cualquier acuerdo que haya sido presentado sin su aprobación.
George Bush ha hecho mucho por Sharon; Kerry se ha mostrado también sensible. Mientras esperan a que surja un líder mejor, deben también acomodarse a Arafat, en la medida que es el líder electo de los palestinos y demostró una vez que podía evitar la violencia.
Fte L.V.D