561
Itongadol/ AJN.- El sacerdote ortodoxo griego Gabriel Nadaf, líder de la minoría arameo-cristiana en Israel, habló hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH) y brindó una fuerte muestra de apoyo para el Estado judío y pidió que termine la operación anti-Israelí.
“En el Medio Oriente hoy en día, hay un país donde el cristianismo no sólo no es perseguido, pero cariñosamente concedió la libertad de expresión, la libertad de culto y la seguridad. Israel es el único lugar en Medio Oriente en el que los cristianos están seguros”, expresó hoy Nadaf en la ONU ante un cuerpo que ha condenado sistemáticamente Israel, según informó la agencia de noticias de Israel “Arutz Sheva”.
"Nos sentimos seguros en el estado de Israel", sentenció el sacerdote cristiano y añadió: “Nos vemos a nosotros mismos como ciudadanos del Estado de Israel con todos los derechos de ella, así como las obligaciones. "
Nadaf habló con firmeza, llamando para el mundo a apoyar a Israel contra el terror. “En todo el Medio Oriente, en los últimos diez años, 100 mil cristianos han sido asesinados por año. Eso significa que cada cinco minutos un cristiano es asesinado por su fe", destacó.
"Los que pueden escapar de la persecución a manos de extremistas musulmanes han huido. … Los que se quedan, existen como segundo si no de tercera clase los ciudadanos a sus gobernantes musulmanes. "
Luego de expresarse en una mesa redonda sobre la "Situación de los Derechos Humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados," Nadaf consideró que “el mundo se despertó con el hecho de que aquellos que quieren destruir el Estado judío están firmando la sentencia de muerte en los últimos cristianos libres en la Tierra Santa ".
"Los líderes de la gente, los buscadores de la paz, deben terminar su caza de brujas en el único país libre en la región", enfatizó el sacerdote.
El Padre Nadaf es oriundo de Nazaret, dirige la Iglesia Ortodoxa Griega cercana a Yafia y ha abogado por una fuerte conexión en Israel entre las fuerzas de seguridad israelíes y los ciudadanos cristianos, aún a pesar de la dura oposición de la iglesia oficial ortodoxa griega y diputados árabes.