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Itongadol.- Las mujeres embarazadas de Gaza rara vez necesitan recurrir a Israel para obtener ayuda médica ya que su servicio médico está disponible antes y durante sus embarazos. Es incluso más extraño que dos mujeres de la Franja, en pocas semanas, se encontraran enfrentadas a problemas de vida o muerte con sus niños y necesitando la experiencia de especialistas en el Campus de Cuidados de Salud Rambam, pero así ocurrió.
Dos semanas y media atrás "A", una mujer de 29 años embrazada de su tercer hijo, fue llevada a Rambam. Ella sufría de un problema común durante la gestación – una condición en la que la madre y el feto tienen dos tipos de sangre diferentes y puede resultar en que los anticuerpos de ella hieran la red de células sanguíneas del bebé. Sin embargo, en su caso el problema no fue detectado a tiempo y estaba en una condición crítica.
Dos días de ser admitida ella dio a luz. Sin embargo, las cosas se complicaron cuando se descubrió que su hijo prematuro tenía un problema congénito del corazón. Como ella tenía dos pequeños niños esperándola en Gaza, una semana después tuvo que tomar la difícil decisión de volver al enclave para cuidarlos. Su hijo quedó al cuidado del personal médico del hospital. "Es una situación muy difícil. Naturalmente la mamá quiere quedarse con el bebé. Pero en este caso ella está allí y él aquí. Estamos haciendo todo lo que podemos por ayudarla a sentirse lo más cerca posible de su hijo", idjo Yazid Falah, Coordinador de Pacientes Palestinos de Rambam.
Poco antes de que "A" llegase, "H", una mujer de 35 años que tenía un embarazo de mellizos de nueve meses, fue ingresada a Rambam desde Gaza – también en una condición crítica. Su estado era tan serio que casi no estaba consciente de su alrededor. Desde niña había sufrido un desorden en la coagulación de la sangre, lo que la posicionaba en un extremo peligro de desangrarse.
Cuando llegó le efectuaron una cesárea para salvar a sus hijos – una niña y un niño sanos de 2.3kg cada uno. Sin embargo ella seguía en una condición crítica y fue enviada a la unidad de cuidados intensivos. Pasaron dos días enteros hasta que pudo estar los suficientemente alerta como para preguntar por sus bebés. Cada día el personal médico tomaba fotos de los bebés para que ella pudiese tener imágenes de sus primeros días una vez que se recuperase.
"H" pudo verlos después e una semana. "Recuerdo cuando dejé Gaza para venir a Israel. El doctor dijo que mi situación era crítica. Durante los primeros dos días antes de que me despertara no podía contactar a mi familia y pensaron que estaba muerta. Hasta que vi a mis hijos por primera vez no entendí lo que había pasado. Solo ahí me di cuenta de que todo estaba bien", dijo.
Dos semanas y media después de llegar embarazada entre la vida y la muerte, "H" se despidió de quienes cuidaron de ella y sus mellizos. "Este es el día más feliz de mi vida", dijo.