El Ejército israelí confirmó hoy, martes, haber bombardeado esta noche un campo de entrenamiento del grupo radical palestino en la ciudad de Gaza.
Un portavoz militar afirmó en un comunicado que el ataque fue lanzado por aparatos de la aviación contra un «terreno en el que se entrenaban terroristas de Hamas».
«El blanco era conocido como un lugar de reunión de los terroristas de Hamas, donde se entrenaban para colocar y activar artefactos explosivos, para lanzar cohetes RPG y cohetes Qassam y para infiltrarse en las comunidades y posiciones militares israelíes», declaró el portavoz.
«El entrenamiento estaba supervisado por terroristas de primera fila de Hamas implicados en atentados mortíferos y tentativas de atentado», añadió.
El ataque dejó al menos 13 muertos y más de 45 heridos, cuatro de ellos en estado crítico, según fuentes médicas palestinas. Varios testigos de Hamas hablaron en un principio de un ataque con artillería de blindados israelíes.
Las víctimas eran en su mayoría miembros de las brigadas Ezzedine Al-Qassam, el brazo armado de Hamas, mientras se entrenaban en el manejo de armas en un campo de fútbol en Al-Choujaiya, un barrio del este de Gaza próximo a la frontera con Israel.
Los muertos y heridos fueron trasladados al hospital Al Chifa de Gaza donde cientos de activistas de Hamas, algumos enmascarados y armados, clamaban: ‘¡Venganza, venganza!’.
Algunos cuerpos estaban despedazados, según un corresponsal de la agencia France Presse. Un activista enmascarado de Hamas que participó en el entrenamiento afirmó a la AFP que «un helicóptero israelí lanzó cinco misiles sobre el terreno».
«Es una gran masacre por la que el enemigo pagará caro. No olvidaremos a nuestros mártires», afirmó por su parte un segundo activista, que también confirmó el ataque por helicópteros.
Este ataque se produce seis días después de un atentado suicida reivindicado por Hamas que provocó 16 muertos, además de los dos kamikazes, el martes pasado en la ciudad israelí de Beersheva, al sur del país.
Las brigadas Ezzedine Al-Qassam afirmaron que el atentado fue perpetrado por los vengadores del jeque Ahmed Yasín, fundador de Hamas y asesinado por Israel en marzo pasado y de su sucesor Abdelaziz Al-Rantissi, eliminado un mes después.
Con estos últimos sucesos, ascienden a 4.290 las víctimas mortales desde el inicio de la Intifada en septiembre de 2000, de las que 3.276 son palestinas y 943 israelíes.