Ricardo Lapin, artista plástico nacido en Argentina y que desde hace 35 años vive en el Estado de Israel, que está de visita en Buenos Aires, realizará dos importantes actividades auspiciadas por Campaña Unida Judeo Argentina. La primera de ellas un encuentro con alumnos de la escuela Bialik de la ciudad de La Plata, el 20 de agosto y la segunda, con estudiantes universitarios en Hillel Argentina, bajo el lema “El que compra dona”.
Ricardo Lapin, nacido en Buenos Aires en 1961, concretó su aliá en enero de 1978 participando de un programa de Aliat Hanoar (inmigración juvenil) siendo ya un joven artista plástico con una muy buena formación obtenida en el "Taller Constructivista Río de la Plata” a cargo del maestro Eugenio Mariani, que seguía los lineamientos del reconocido maestro uruguayo Joaquín Torres García.
En Israel luego de completar sus estudios secundarios y cumplir el servicio militar, ingresa en 1984 la Facultad de Artes de la Academia Betzalel de Jerusalem, egresando en 1988 con el título de Bachelor of Fine Arts, BFA., iniciando a partir de ese momento una incesante labor creativa que mantiene hasta el presente, a la vez que dicta clases de su especialidad.
En los últimos años se conectó con lugares fuera de Israel, participando en muestras colectivas en Alemania, Estados Unidos y muestras individuales y colectivas en Italia.
Al ser entrevistado en forma exclusiva por AJN e Iton Gadol se le preguntó sobre el estilo en que realiza sus obras, respondió: “Cuando me preguntan en que estilo pinto, yo digo que pinto como en la época en que la pintura era un oficio. Y me doy cuenta, por alumnos de distintas edades que se sorprenden por lo que se, en viejas épocas la pintura era un oficio como ser carpintero, que necesitaba muchos años de formación. Soy un pintor figurativo básicamente, no abstracto; mis trabajos cuentan historias, mis cuadros son un poco imágenes que trasmiten historias, y veo que la gente al observarlos se emociona, pregunta sobre esas historias”
Los trabajos de Ricardo Lapin incluyen pintura al óleo; pintura mural; pintura de acuerdo con la sección áurea; pintura liso al aire libre; naturalezas muertas y retratos y sus obras ya forman parte de varias colecciones de arte particulares. También trabajó en diferentes momentos con diversos materiales y medios, haciendo piezas de cerámica de alta temperatura, escribiendo poesía y cuentos; y creando coreografías para obras de teatro y espectáculos de danza. También ha estado involucrado en proyectos de medio ambiente utilizando escultura de hormigón, así como la pintura de murales con grupos de niños. Este contacto con los niños y su experiencia ilustrando libros infantiles lo llevó crear la serie de serigrafías "Arte para la gente pequeña".
Pero como Ricardo Lapin, hijo de una madre sobreviviente de la Shoá y de un padre que fue un activista político en la Argentina, es una persona involucrada con la época que le toca vivir se ha involucrado en forma particular en la tarea de esclarecer a los jóvenes sobre la situación que atraviesa el Estado de Israel, labor que nos explicó de la siguiente manera.
“Considero que la expectativa de cualquier artista y también la mía, en primer lugar es ver a la persona que está atrás del trabajo, es decir que el trabajo sea sincero; en segundo lugar creo que es muy importante en la obra de cualquier artista dar un testimonio de la época que le toca vivir, no un compromiso político, no un panfleto sino dar testimonio de la época que está viviendo y no permanecer en una burbuja. Creo qué dentro de este contexto, como persona a la que le es importante lo que pasa a mí alrededor, además de la labor artística me dedico un poco a escribir, colaboro con periódicos, y en los últimos quince años, en forma privada, me dedico al tema de Hasbará (esclarecimiento)con respecto al Estado de Israel, no porque me vea como un embajador del Estado de Israel, sino básicamente debido a la desinformación de los medios y, por sobre todo, porque considero que existe mucha mala intención en lo que se difunde, sobre todo en los medios europeos. Desde hace tiempo percibo, en el contacto con gente que viene de comunidades judías pequeñas, que los atacan con afirmaciones que son similares a los libelos de la Edad Media. Por lo tanto siento que siendo alguien que no sólo está 35 años en Israel, sino que conoce muchos de sus estratos, es decir que he estado sirviendo en el ejército como cualquier hijo del vecino desde los 18 años, donde fui combatiente paracaidista, que estuve en un kibutz y en la ciudad; que trabajé en alta tecnología y en agricultura; por lo que tengo un conocimiento bastante amplio de lo que es Israel y de lo que son los árabes. Creo que más allá de mi condición de artista, como persona con mi educación formada en lo que es libertad de ideas, libertad de expresión y una manera más liberal de pensar, que la gente debe tener toda la información sobre la mesa y no una parte antes de llegar a las conclusiones”.