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Itongadol.- Desde el Gran Templo de Paso, hacemos más de 800 jalot semanales, con chicas que vienen todos los miércoles a hacer jalá, donando de su tiempo y dinero. Además tenemos cenas de shabat, y a continuación de las tefilot de shabat a la mañana y a la tarde servimoscholent (guiso) con carne entre otras cosas, para que aparte de lo espiritual todos los que vengan al shil tengan la oportunidad de irse habiendo comido un plato de comida con carne.
Decimos en la segunda porción del Shema Israel (…vehaia im Samoa…) “y va a ser si van a escuchar a mis preceptos que yo les ordeno hoy amar a Di-s, y servirlo con todo vuestro corazón". Esto último se pone en práctica ayudándonos a ser dignos y formar comunidad, uniéndonos a un mismo objetivo.
Antes de sentarnos a cenar un viernes por noche y festejar Shabat, debemos procurar que no le falte a nadie dónde festejarlo, al igual que las festividades.
Antes de salir a comer a un restaurante, pensar que hay otra gente que no tiene ese privilegio. Desde la comunidad debemos crear estos espacios con la ayuda de cada uno.
Desde el Gran Templo de Paso, hacemos más de 800 jalot semanales, con chicas que vienen todos los miércoles a hacer jalá, donando de su tiempo y dinero. Además tenemos cenas de shabat, y a continuación de las tefilot de shabat a la mañana y a la tarde servimoscholent (guiso) con carne entre otras cosas, para que aparte de lo espiritual todos los que vengan al shil tengan la oportunidad de irse habiendo comido un plato de comida con carne.
Somos humanos y debemos entender que la bendición viene a todos por igual. Para bajarla a este plano físico, debemos conectarnos y hacer un recipiente de bendición, uniéndonos con todos nuestros hermanos sin fijarnos su status social, económico o familiar, sino dar ayuda genuina al cuerpo y alma.
Entonces tendremos la seguridad que al hacer "uberajeja hashem elokeja, bejol asher taase" y Di- s te va a bendecir en todo lo que hagas (pero hay que hacer).
Por eso el hecho de recitar una bendición, hacer un precepto o ayudar genuinamente al prójimo, forma parte de traer la divinidad (luz) a este mundo, garantizando pureza, santidad, salud y alegría para esta tierra que tanto la necesita.
Rabino Yosi Baumgarten