Las deflagraciones, provocadas por la detonación de artefactos explosivos que llevaban dos terroristas suicidas adosados al cuerpo, causaron un gran estruendo y escenas de pánico y dejaron reducidas a un esqueleto de hierros las carrocerías de los autobuses.
El suceso tuvo lugar en la calle Nesiim, en el centro de la ciudad y frente a la sede del Ayuntamiento. Según fuentes policiales, uno de los autobuses quedó completamente destruido por la explosión, mientras que el segundo estaba en llamas.
Un trabajador de emergencias ha dicho que los autobuses estaban llenos de padres e hijos que realizaban las últimas compras para comenzar mañana el curso académico.
Los heridos han sido trasladados al hospital Soroka de Beersheva, cercano a las explosiones.
La agencia Reuters informó de una tercera explosión en un centro comercial de la misma ciudad, en la calle Eli Cohen, pero fuentes de la Estrella de David Roja han desmentido más tarde este dato.
Fte El Mundo